Fuertes disturbios se registraban este sábado en dos puentes de la frontera de Venezuela con Colombia luego de que cuatro camiones y manifestantes intentaron romper el bloqueo militar para hacer entrar la ayuda humanitaria.
A pesar del hecho de que en estos momentos la situación está en un punto muerto, solo se necesitaría un acto de violencia, o algunos muertos en la frontera, para que estalle todo.
“He decidido en el sur de Venezuela, a partir de las 20 horas (19 de Argentina), que queda cerrada total y hasta nuevo aviso la frontera terrestre con Brasil”, anunció Maduro durante una videoconferencia con el alto mando militar.
Reconocido como mandatario interino por 50 países, Guaidó prepara movilizaciones en todo el país para acompañar voluntarios que irán a la frontera en caravanas de autobuses en busca de las toneladas de medicinas y alimentos, acopiados en Colombia, Brasil y Curazao.
Lautaro Bruera es Doctor en Ciencias Políticas de la UNR y docente en historia Latinoamericana y Argentina contemporánea, en diálogo con Conclusión analizó en profundidad la situación de ese país.
En los últimos tres años, más de 2,3 millones de venezolanos abandonaron su país en medio de una creciente escasez de comida, medicamentos y bienes de primera necesidad, hecho que representantes de las Naciones Unidas (ONU) ya calificaron como una crisis humanitaria.
El presidente venezolano Nicolás Maduro envió una carta a Roma donde solicita al jefe de la Iglesia Católica “su mejor esfuerzo” para que lo ayude en el camino del diálogo.
Los presidentes de Bolivia y Cuba expresaron la necesidad de defender los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz.
La profundización de la crisis ocurre en plena debacle de la otrora potencia petrolera, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% este año.
El Sumo Pontífice también señaló que le “aterra” la violencia que podría desatarse en ese país e insistió en su deseo de que la resolución del conflicto se de de forma “justa y pacífica”.
Se ha perdido un tiempo precioso en Venezuela y se ha complicado mucho más la situación. Pero no hay que buscar las culpas fuera. Están dentro.
Ambas potencias apoyaron a Nicolás Maduro como presidente venezolano tras la autoproclamación de Juan Guaidó este miércoles. La Unión Europea por su parte, si bien no lo reconoció, llamó a que se escuche el "llamado a la democracia" del pueblo del país caribeño.