Ahora la atención está puesta en el 23 de febrero, día en que el “presidente interino” venezolano, Juan Guaidó, dijo que comenzará a entrar la ayuda humanitaria en Venezuela, aunque no hay indicaciones de cómo sucederá.

Las tensiones a lo largo de la frontera colombo-venezolana están aumentando. El senador neoconservador Marco Rubio, se presentó en la ciudad colombiana de Cúcuta, lugar en el cual hay un puente internacional que une a Colombia y Venezuela, para vociferar que solo se permita la entrada al país de la ayuda para el auto proclamado presidente interino Guaidó. La ayuda también se está concentrando en Boa Vista y Pacaraima, en Brasil, preparándose para el 23 de febrero. Octavio de Rego Barros, vocero del Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, le dijo a la BBC de Londres que la recolección de la ayuda se “está coordinando con Estados Unidos”. Recordemos que los militares brasileños han manifestado cautela respecto a involucrarse en los esfuerzos de la ayuda humanitaria.

El Presidente Nicolás Maduro anunció ayer que 300 toneladas de ayuda humanitaria provenientes de Rusia serían entregadas hoy en el aeropuerto de Caracas y que ayuda adicional llegaría pronto desde “varios países”, con la ayuda de las Naciones Unidas.

A pesar del hecho de que en estos momentos la situación está en un punto muerto, solo se necesitaría un acto de violencia, o algunos muertos en la frontera, para que estalle todo. Eso parece que está planteado. El periódico colombiano El Tiempo, informó que el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur estadounidense, y el general Luis Fernando Navarro Jiménez, jefe de las Fuerzas Armadas colombianas, se reunieron en Miami y emitieron una declaración conjunta instando a los militares venezolanos a que “hagan las cosas correctamente” y a permitir que la ayuda humanitaria entre al país el 23 de febrero. El general Navarro dijo que el deber de los militares venezolanos es proteger a los ciudadanos del país, pero además añadió que el ejército colombiano tiene “una logística instalada para atender cualquier situación de riesgo con la población civil”. Al preguntarle qué harían en caso de que el sábado 23 de febrero se generase una situación de violencia, el general respondió; “proteger a la población civil”.

También hay provocaciones que provienen de Europa. El 18 de febrero, 5 miembros de la derecha del Parlamento Europeo pertenecientes al Grupo del Partido Popular Europeo (abreviado como Grupo PPE, de la democracia cristiana), aterrizaron en Caracas habiendo sido invitados por la Asamblea Nacional (dirigida por la oposición), pero les fue prohibida la entrada al país y tuvieron que irse. Diplomáticos venezolanos en Europa le habían dicho a estos 5 parlamentarios que no les sería permitido entrar al país, dado que ellos están conspirando en contra del gobierno de Maduro, sin embargo, a pesar de ello hicieron el viaje. Ahora están utilizando la medida de “expulsión” para exigir mayores acciones de represalia en contra de Maduro y están esperando en Colombia para hacer presión contra Maduro y participar en lo que sea que ocurra el 23 de febrero.

Fuente: EIR.