La producción argentina alcanzaría los 19 millones de toneladas en la temporada 2018/19, menos que una previsión anterior de 21 millones de toneladas, pronosticó la Bolsa de Comercio de Rosario.
La falta de precipitaciones, nieve y lluvia, que descendieron un 70% en los últimos meses en comparación con medias anuales, devastó los cultivos de invierno amenazando aún más el ya precario modo de vida local y la subsistencia de millones de agricultores.
El ministro del Interior señaló que ello produjo “un momento complicado” para el país. Agregó que también influyeron “razones externas” y la sequía. Además, justificó la no aplicación de retenciones al agro.
Se estima que la construcción de piedra de 200 metros de diámetro data de hace 4.500 años. Un historiador fue quien hizo volar un drone y pudo hallarlo.
El director del Instituto de Clima y Agua del Inta dijo que los modelos climáticos muestran condiciones de déficit hídrico para mayo, junio y julio. Para la Bolsa de Buenos Aires, La Niña migró al hemisferio norte y eso significa un riesgo de que retorne para fin de año.
La consultora económica Fiel señaló que “parece difícil sostener un ritmo de crecimiento del 3% anual fundamentalmente por el efecto climático adverso, que debería revertirse el año próximo”.
Las pérdidas sólo son relevadas por las bolsas y las consultoras privadas. El INDEC prepara un Censo Agropecuario.
Abril comenzó con la novedad de que la sequía retrocede en las llanuras pampeanas y en la región centro del país además de que la guerra comercial entre China y Estados Unidos puede favorecer un tanto a la producción argentina.
Según la encuesta trimestral que elabora el Movimiento Crea entre sus asociados, el 87% de las empresas agrícolas y el 94% de las ganaderas han registrado impactos negativos por la falta de agua.
Abril arrancó con lluvias que volvieron a tener una cobertura y registros de milímetros que hace cuatro meses y medio no mostraban, informó hoy la Bolsa de Comercio de Rosario
El pronóstico se actualiza todos los Lunes y Jueves, se extiende a 96 horas. No obstante ante la presencia de eventos significativos puede incrementarse la frecuencia de actualización.
Estos eventos climáticos podrían haber tenido menos consecuencias negativas con un manejo adecuado del ecosistema- suelo. Por Matilde Fierro.