Canículas, sequías, inundaciones o incendios azotaron durante ese verano boreal Asia, Europa y América del Norte, en proporciones dramáticas y a veces inéditas, con pérdidas de vidas humanas. El hemisferio sur, con récords de calor en pleno invierno austral, también se vio afectado.
El último fenómeno climático de El Niño ya llegó y amenaza con inundaciones y sequías. Los patrones climáticos disruptivos anteriores le costaron billones a la economía global y avivaron la inflación.
Inundaciones trágicas, terremotos de gran magnitud, sequías o incendios forestales son algunas de las consecuencias que deja en evidencia el cambio climático. Los fenómenos naturales arrasan con vidas, barrios enteros y agudizan así las crisis sociales y económicas en numerosos países.
La medida comprende a varias provincias, entre ellas Santa Fe. La bajante actual, por la escasez de lluvias, es la más importante de los últimos 78 años.
El titular de la cartera agropecuaria nacional supervisó el estado de situación de campos y comunas afectados por el estrés hídrico de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, junto a los gobernadores Omar Perotti y Gustavo Bordet. El santafesino remarcó la importancia de "ver la situación real, especialmente en maíz de primera" y advirtió por la explotación lechera.
Así lo advierte la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos en medio de la creciente preocupación por el calentamiento global.
Se trata de la especie Austrolebias bellottii, más conocidos como killis y que cuenta con la increíble capacidad para sobrevivir en ambientes caracterizados por las fluctuaciones del agua: tanto los ejemplares adultos como los huevos pueden resistir a períodos de sequías.
Los campesinos relataron que las pérdidas son cuantiosas. La producción agrícola y ganadera destinadas a el autoconsumo y el mercado interno están resentidas.
El ejército fue enviado para colaborar lanzando forraje para la alimentación de los animales atrapados que corren serios riesgos de morir de hambre.
La falta de lluvias y las altas temperaturas registradas en las últimas semanas afectan los cultivos y la situación es cada vez más preocupante, comprometiendo del 45 al 50% de las plantaciones.
Inundaciones, sequías, heladas tardías, granizo e incendios complican la producción agropecuaria, con casi un 30% del territorio nacional en emergencia permanente.
Una cruda realidad que afecta a gran parte de los productores ganaderos, culpa de una de las peores sequías de la zona centro del país entre 2004 y 2012.