Aerolíneas Argentinas y Austral confirmaron que suspenderán a casi ocho mil empleados y aplicarán, por otra parte, una baja en los salarios de los alcanzados por la medida.

Desde la empresa señalaron que los trabajadores que ingresen en esta modalidad de suspensión temporal, vigente durante los meses de junio y julio, cobrarán una asignación no remunerativa junto con el aporte normal a la obra social, conforme lo establece la normativa que rige el procedimiento al que se están acogiendo.

«Prácticamente hubo un cierre total de las actividades desde hace más de dos meses. Tomamos la decisión de iniciar las negociaciones en el marco del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo para aplicar suspensiones temporales de parte de los trabajadores del grupo empresario», confirmaron en la compañía.

Destacaron que en base a las medidas que tomaron durante el último tiempo lograron proceder al pago de sueldos en tiempo y forma en los meses de marzo, abril y mayo, y anticiparon que este último se abonará normalmente el cuarto día hábil del mes de junio.

La decisión se daría a conocer este lunes, pero los gremios reaccionaron a través de las redes sociales y en ese sentido desde Apla (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas) dejaron en claro que no aceptarán ningún tipo de desvinculación laboral encubierta.

De todos modos, los gremios aclararon que comprenden «las enormes dificultades que genera la pandemia para la compañía y el esfuerzo que realiza el Estado para cubrir el déficit operativo en estos momentos sumamente delicados» que les toca atravesar, pero advierten que «ajustar en los ingresos de los trabajadores no es la solución».

Uala (Unión de Aviadores de Líneas Aéreas) se pronunció en el mismo sentido y Apta (Asociación del Personal Técnico Aeronáutico) indicó que aún no han recibido notificación alguna.

Se indicó que la empresa convocará a una mesa de trabajo a los representantes de las seis asociaciones sindicales que nuclean al personal de la compañía, a los fines de alcanzar un acuerdo que permita atravesar esta difícil situación, adecuando el funcionamiento de la organización al escenario actual y preservando, en la medida de las posibilidades, los intereses de los trabajadores y trabajadoras.