La empresa alimenticia Alijor, con planta en la localidad bonaerense de Garín, despidió a diez trabajadores y, según denunciaron desde el gremio, se negó a pagar las correspondientes indemnizaciones y amenazó con cerrar.

El Sindicato de Alimentación le reclamó a Alijor a través de un comunicado la reincorporación de los despedidos pero la empresa subió la apuesta y hasta amenazó con el potencial cierre de la planta.

La firma produce 1,8 millones de panes al mes en promedio, un millón de tapas de pascualina y 200.000 kilos de pastas que son comercializados en el mercado interno.

Desde el gremio vienen denunciando las persecusiones, hostigamientos y prácticas antisindicales hacia los trabajadores. El Consejo Directivo del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) Filial Buenos Aires ya había denunciado penalmente al personal superior de Alijor S. A por una causa caratulada como «hostigamiento».

«La maniobra de persecución y maltrato tuvo como resultado el despido de diez compañeros», afirmaron desde el gremio al portal InfoAlimentación y agregaron: «Con el agravante de que la empresa se niega pagarles la indemnización correspondiente».

Sin embargo, no es la primera vez que la empresa actúa de esta forma, ya que en el 2018 el dueño de Alijor y los panificados La Salteña, Benjamín Biderman -tras adeudar tres meses de sueldo- amenazó con el cierre definitivo.