El gigante tecnológico Amazon fue acusado de reprimir a aquellos empleados que procuran organizarse sindicalmente para defender sus derechos.

Trabajadores de algunos Estados denunciaron que la compañía despide y da aviso a la Policía sobre actividades ilegales de éstos a partir de acusaciones falsas.

Según informó The Washington Post, uno de los trabajadores, Matt Litrell, estuvo a punto de ser arrestado mientras distribuía volantes fuera de su lugar de trabajo en Campbellsville del Estado de Kentucky.

Littrell reveló que un gerente de la empresa llamó a la Policía porque afirmó que manifestantes estaban invadiendo su propiedad privada y que cuando los miembros de la fuerza de seguridad pudieron constatar que no estaba violando ninguna ley.

El denunciante de 22 años presentó una queja ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales por intimidación ilegal a trabajadores sindicalizados. Como era de esperar, Amazon negó la denuncia.

Según consignó RT, La segunda empresa en número de empleados del país se ha enfrentado en el pasado a protestas de empleados por el trato que reciben.

Los esfuerzos por crear sindicatos independientes por parte de los trabajadores han sido combatidos desde hace años por Amazon, que ha gastado millones en la contratación de consultores para evitar las uniones laborales.

Así, la reciente sindicalización de empleados del almacén JFK8 en el distrito de Staten Island, el más grande de la empresa en Nueva York, ha impulsado a otros trabajadores a hacer lo mismo. Sin embargo, el resultado de esa conquista se tradujo en intimidación a quienes buscan asociarse en defensa de sus derechos laborales.

Amazon ha sido acusada de despedir ilegalmente a trabajadores en Chicago, Nueva York y Ohio, así como de tomar represalias contra empleados en Nueva York y Pensilvania.

Un informe publicado por los comités de la Cámara y el Senado el pasado 10 de junio reveló que los trabajadores estadounidenses representados por sindicatos ganan salarios un 10,2 % más altos que sus pares no sindicalizados. Aun así, en 2021 solo un 10,3 % de los trabajadores estadounidenses pertenecía a un sindicato.