El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, denunció que ya son más de 3.000 los despidos del sector y que otros 4.000 están suspendidos, «como consecuencia de las medidas económicas del Gobierno de aplicar la libre importación de productos extranjeros».

«La situación está muy brava, muy complicada, de acuerdo a los que me informan los secretarios generales de las seccionales de todo el país, ya hubo 3.000 despidos y 4.000 suspensiones a raíz del modelo que lleva el Gobierno habilitando la libre importación», explicó Caló a Télam.

El dirigente sindical ratificó que el Consejo Directivo de la entidad aprobó la convocatoria a una marcha en defensa de la fuentes de trabajo. «No es contra el Gobierno nacional, ni contra nadie, pero nosotros debemos defender los puestos de trabajo», aseveró.

Según Caló, «si esto sigue y no se producen cambios en la importación de artículos extranjeros que afectan la producción nacional, a corto plazo, serán más de 10.000 los trabajadores metalúrgicos que pueden quedar en la calle».

Impacto local

En enero hubo 41.921 despidos, la mitad en el sector público (a nivel nacional, provincial y municipal) y la mitad en el privado.

La construcción, gastronómicos, textiles e indumentaria, entre otros sectores, fueron los más perjudicados.

En febrero, los despidos afectaron a 65.799 personas y aumentaron 72 por ciento con respecto al mismo mes de 2015.

De ellos, 55.800 fueron en el sector privado, sobre todo en la construcción y en otras actividades, como autopartes, petróleo, comercio y minería.