«Estamos sobreviviendo». Con esa frase empezó la charla con Conclusión el delegado del Sindicato de Aceiteros, Sergio Díaz. Hoy 10 de abril, Cargill restableció sus actividades en las plantas ubicadas en Bahía Blanca y Villa Gobernador Gálvez.

Sin embargo, para el referente del gremio es dudoso que las cosas continúen bien. «Obviamente tenemos alegría de que los muchachos vuelvan a trabajar, pero dejamos asentado que a pesar de esto, las acciones gremiales las vamos a seguir haciendo», anticipó Díaz.

Y agregó: «No sé por cuanto tiempo va a durar esto porque ellos no se bancan nuestras actividades gremiales y porque no se cumple con lo que se acuerda; en una primera instancia habíamos acordado que no iban a echar gente y no fue así».

El delegado sumó a su comentario que desde la empresa no solo incumplieron la palabra «sino que los despidos fueron sin causa». «Nosotros consideramos que esos trabajadores deberían ingresar a trabajar porque fueron echados sin causa pero es una clara persecución que nos tiene en punto muerto», sostuvo.

A través de un comunicado, la multinacional informó: «Cabe recordar que la suspensión de las operaciones y de su personal por 5 días obedeció a no poder garantizar las condiciones adecuadas para operar de forma segura, luego de sufrir más de 80 paros sorpresivos e intermitentes en las últimas dos semanas. Confiamos no vernos obligados a sufrir nuevas interrupciones.
Por último, queremos repudiar profundamente las agresiones sufridas por personal de la empresa a la salida de una audiencia en el Ministerio de Trabajo, entendemos que estos hechos atentan contra el canal de diálogo que se busca mantener. Asimismo, iniciaremos las acciones judiciales correspondientes para que los responsables reciban las sanciones que corresponden».

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