Ante la decisión del cierre, 21 trabajadores de General Pico, 3 en Santa Rosa, y 1 de Toay, es la cantidad de trabajadores despedidos que serán desvinculados el 1ºde diciembre. Entre los empleados desplazados hay conductores, mecánicos, guardas, administrativos, y despachantes de boletos. La mayoría de ellos se desempeñaba desde 1994.

«A los quince días de asumir Macri pedimos una audiencia por la política ferroviaria y nos dijeron que no era rentable. Mientras tanto, nos pidieron propuestas.  Nos reunimos con Dietrich, con la gobernadora Vidal. Presentamos alternativas, pero se tomó la decisión de no continuar con el servicio de pasajeros», sostuvo Javier Thomsen, secretario general de la Unión Ferroviaria en La Pampa, en declaraciones a Diario Pulse.

«Y eso que tenemos los trenes nuevos, locomotoras nuevas, y tenemos todo el personal», recordó el dirigente ferroviario, sobre la gestión de Cristina Kirchner.

El tren a La Pampa funcionó por última vez hace un año, cuando se interrumpió por un desplazamiento de un puente en la zona de Bragado que ya fue reparado. Sin embargo, Vidal decidió cerrar el ramal de pasajeros «porque no es rentable», manifestó Thomsen a Diario Pulse. Y agregó: «Es una política del Gobierno nacional. La unidad ejecutora depende de la Provincia de Buenos Aires en línea con lo dispuesto por Casa Rosada».

Finalmente, el dirigente de la Unión Ferroviaria lamentó volver a vivir la política de la década de los 90 y el desmantelamiento ferroviario. «Ramal que para, ramal que cierra fue el slogan de los 90. Anteriormente en 1976 Martínez de Hoz dejó plumerío, y anteriormente fue Frondizi. Y seguimos. Somos el caballito de batalla del Gobierno de turno», concluyó.