Un trabajador de Coto fue despedido de la sucursal ubicada en Av. Segurola al 1701 del barrio porteño de Villa Devoto tras ser nombrado delegado de la Asociación del Personal Profesional y Jerárquico de Comercio.

«El compañero Claudio Musacchio, trabajador de Coto con una antigüedad de 9 años, Jefe de Bazar» venía reclamando contra «todas las injusticias que tienen los trabajadores Jerárquicos» hasta que fue despedido, cuenta la APPyJC en su sitio de internet oficial.

Desde el gremio denunciaron que Coto tuvo un accionar bajísimo pero previsible, ya que la empresa demuestra en cada oportunidad su política antisindical. «Despide al compañero Musacchio inventando una causa, dejando en clara evidencia que ante cualquier indicio o confirmación de que un trabajador jerárquico se quiera sindicalizar, es automáticamente sacado como sea de la empresa», apuntó el gremio.

Como si esto fuera poco, Coto también despidió a los dos hijos de Musacchio, que trabajaban hasta entonces en la cadena de supermercados como repositor y cajera, respectivamente, exponiendo el carácter aleccionador de las medidas.

«No bastó echar a Claudio Musacchio, también hacía falta despedir a sus dos hijos para dejar a su familia en la calle sin trabajo y demostrar quien tiene las riendas o en todo caso para hacerles ver a sus trabajadores que quien decide por sus vidas y la integridad de sus trabajadores en Coto, cuando y donde quiera, es la misma empresa Coto», advirtieron desde APPyJC.

Alfredo Coto es dueño de la primera cadena de supermercados de capitales argentinos COTO CICSA con cerca del 30% del mercado y ventas anuales por más de 53.000 millones de pesos, además posee según el ranking de Forbes, una fortuna superior a los 1.100 millones de dólares. Aún así, esa riqueza no es distribuida entre los empleados que, con su fuerza de trabajo, generan esas ganancias. Las condiciones laborales a las que están expuestos los mismos han sido varias veces denunciadas por los gremios, de ahí su amenazante potencial para organizar los reclamos.

«Musacchio y sus dos hijos en la calle, los tres sin indemnización para arruinarles no solo sus puestos de trabajo, sino sus vidas y la de su familia. A Coto no le importó tampoco dejar sin obra social a otra hija de Claudio que es discapacitada y necesita sin falta la atención de profesionales especializados», finaliza el comunicado de APPyJC.