Como consecuencia de la caída en ventas de dispositivos móviles, más de quinientos locales se vieron obligados a cerrar sus puertas a nivel nacional, lo que significa la pérdida de alrededor de dos mil puestos de trabajo. Según un informe establecido por la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (Catema)  durante el primer semestre de 2017, en el país se registró que de los 4,5 millones de dispositivos vendidos cayeron a 3,5 millones a igual periodo del año pasado.

Se registró en promedio una caída en la facturación del 30% durante el período comprendido entre enero y junio. Uno de los factores fundamentales que influyó en la disminución de la venta formal, es lo que se denomina «mercado negro» que consiste en el contrabando de equipos y de celulares robados. Se estima que más de cuatro millones de dispositivos son adquiridos por esta vía. Leonardo Rajchert, presidente de la Cámara, destacó que hay regiones más perjudicadas que otras, como es el caso de las que están ubicadas más cercanas a las fronteras.

Otra de las causas es el elevado precio de los smartphones. Al respecto Jorge Giordano, gerente de CATEMA, señaló: «Actualmente el segmento con mayor volumen de ventas es el de equipos de entre 2.000 y 4.500 pesos. Lamentablemente, en Argentina el precio final de los equipos es muy elevado. Chile, en comparación, tiene una importación directa más barata”.

Sin embargo, con respecto a las expectativas que se mantienen en cuanto al segundo semestre, Rajchert se mostró confiado en que mejore el poder adquisitivo y, en consecuencia, impulse los índices de consumo. “Estacionalmente, el segundo semestre tiene meses más fuertes que el primero, donde enero y febrero son históricamente los meses de menor consumo del año”.

Desde CATEMA, algunas de las posibles respuestas que proponen es establecer diversas políticas que fomenten el consumo interno y, asimismo, que permitan abaratar los costos de producción.