La Agrupación Juan Manuel Palacios, integrada por opositores a la actual conducción de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que conduce el dirigente Roberto Fernández, realizaban hoy un paro general de actividades en todo el país, en rechazo a despidos en el sector y en reclamo del pago de salarios adeudados.

La medida de fuerza -dispuesta hasta esta medianoche- afectaba parcialmente los servicios de transporte de más de 80 líneas de colectivos, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires y que además se extiende al interior del país.

«Estamos en una situación muy complicada, en un estado de precarización total, con salarios que han quedado congelados desde hace más de tres meses, en Capital Federal y especialmente en el interior del país. Se lo hemos planteado a la Secretaría de Transporte pero lamentablemente no hay solución», dijo a Télam el principal referente de la agrupación, Miguel Bustinduy.

Según el dirigente, la medida de fuerza «tiene una importante adhesión, con un alto índice de acatamiento» y ratificó que están «dispuestos siempre al diálogo y esperamos respuestas».

«Ya van varios meses con salarios congelados sin paritaria. En muchas empresas directamente no pagan los salarios. Seguimos sin actualización salarial y también ha habido despidos de compañeros», explicó sobre la situación del sector.

En tanto, descartó que la medida de fuerza responda a una «interna gremial» entre los sectores gremiales en pugna dentro de la UTA.

«Somos esenciales. Somos choferes y tenemos que llevar a los trabajadores a sus lugares de trabajo pero no cobramos», explicó Bustinduy y remarcó que la huelga «no es contra el Gobierno nacional porque sabemos de todos los esfuerzo que hacen con los subsidios y el ATP».

En tanto, en la ciudad de Mar del Plata, el servicio de colectivos urbano se encontraba afectado a partir de la medida de fuerza.

Juan Mastromarino, referente del sector explicó a Télam «la medida de fuerza se extenderá durante toda la jornada y analizaremos entre los compañeros si continuamos con la medida en los próximos días».

«Estamos cansados de las malas decisiones que toma la cúpula de la UTA, y que no defienda realmente al trabajador, por eso resolvimos no salir a la calle. Las condiciones en las que trabajamos son pésimas, sueldos mal liquidados, el gremio cierra unas paritarias tan malas que la inflación se las comió», expresó.

Por su parte, desde la UTA-Mar del Plata, el secretario gremial Adrián Giménez sostuvo que «desde esta entidad gremial con personería jurídica no hemos convocado a ninguna medida de fuerza» y dijo que se trata de «un grupo minoritario de trabajadores que no trabaja en beneficio de los compañeros”.

En este marco, la división dentro de la UTA local derivó incluso en enfrentamientos armados en el mes de julio pasado, cuando la facción Juan Manuel Palacios bloqueó la salida de micros durante cinco días a la empresa 25 de Mayo y donde incluso se registraron enfrentamientos a tiros, con tres personas heridas.