Los gremios docentes de Ademys y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) realizaban hoy un paro en las escuelas porteñas, con movilización a la Jefatura de Gobierno, para denunciar el «maltrato y ajuste» a la educación y exigir una «urgente convocatoria a la mesa salarial».

Los gremios docentes llamaron a concentrar a partir de las 16 en el colegio Mariano Acosta, ubicado en la calle Urquiza al 277, y a partir de las 17 en las calles Caseros y La Rioja para marchar a la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La secretaria general de UTE-CTERA, Angélica Graciano, señaló que con el paro docente se busca «abrazar a los estudiantes, a sus familias y le decimos» al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y a la ministra de Educación, Soledad Acuña, que «paren la mano, que dejen de perseguir y que asuman sus responsabilidades».

En declaraciones a Télam Radio, la referente sindical remarcó que la responsabilidad de ambos funcionarios «es llevar adelante políticas públicas que nos incluyan a todos».

«Estamos haciendo una medida de fuerza, un paro de 24 horas, en solidaridad con el movimiento estudiantil que está sufriendo todo tipo de persecuciones, aprietes, amedrentamientos y hostigamientos», dijo Graciano, que agregó que la policía «se tiene que dedicar al delito y no amedrentar estudiantes y familias».

Acerca de los reclamos que el gremio también impulsa, destacó que piden mejores condiciones edilicias, inversión en infraestructura escolar, compra de armarios y mobiliario, y que se equipen las escuelas para tener «muy buenas condiciones de trabajo».

Además, sumó la necesidad de mejorar en la calidad y cantidad de las viandas para estudiantes, así como el funcionamiento efectivo de la obra social OSBA «que está colapsada y en proceso de quiebra».

«Y, por supuesto, que los salarios le ganen a la inflación, es decir que se abra la mesa salarial para que todos los meses le ganemos a la inflación, porque estamos perdiendo salario con el enorme aumento de los precios en alimentos, en alquileres y en la vida misma que aquí, en la ciudad de Buenos Aires, es muy cara», añadió Graciano.

Por su parte, desde Ademys también se exigió la renuncia de Acuña y anticiparon que se prepara un itinerario de actividades como parte del «plan de lucha».