Sociedad violenta. Dos médicas del hospital Roque Sáenz Peña, ubicado en Laprida al 5200, en la zona sur de la ciudad, fueron agredidas por una paciente. Al dirigirse a la comisaría 15 a radicar la denuncia quedaron detenidas e incomunicadas por varias horas, una de ellas está embarazada. Desde el sindicato de Municipales denuncian la falta de seguridad en los efectores para evitar este tipo de hechos que se repiten desde hace varios años y a diario.

En diálogo con Conclusión, Silvina Cian, enfermera y delegada del efector relató los hechos: «Ayer a las 15,20 se escuchan gritos en el consultorio 1 de la guardia de adultos, me acerco para ver que estaba sucediendo y me encuentro con una paciente que estaba totalmente descontrolada, violenta y amenazante. Miro hacia la medica que estaba sola y encorvada y me dijo que le pegó».

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Ante semejante situación, «le dije a la paciente que no era forma de comportarse y que si no estaba conforme con la atención se tendría que haber retirado a otro hospital, pero no son los modos ni la forma de dirigirse hacia nadie y que no estamos preparados para recibir violencia de nadie», continuó Silvina.

En ese momento, la médica detalló que «ingresa otra médica y también la pareja de la paciente, y se les pide a ambos que salgan del consultorio». La médica explicó que tienen en el efector «un sistema de triage» que es un método de selección y clasificación de pacientes de acuerdo a las prioridades de atención y «esta paciente había sido asignada con el color verde, que establece una espera aproximada de dos horas y todavía no había llegado al rango mínimo de espera», también aclaró que en el momento que se dio el incidente «había otro paciente dentro del consultorio que estaba siendo atendido».

La sorpresa fue mayor cuando «la médica me dijo que le dio la cabeza contra el escritorio. En ese momento no teníamos personal policial, tampoco teníamos móvil del 911, estábamos solos», y agregó, «este hospital tiene una gran demanda de pacientes, somos pocos, los médicos y los enfermeros cada vez somos menos. Pero esta gran cantidad de agresiones que sufrimos que en su mayoría son verbales mas que físicas, parece que se ha puesto de moda y se están incrementando».

Esta situación «comenzó en el 2008 con los hechos de violencia que se vienen dando en la ciudad y en especial en la zona sur», y agregó que «también atendemos pacientes de zonas aledañas, es mucha la cantidad de pacientes que atendemos».

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En consecuencia, realizaron la denuncia en la comisaría 15, «estas personas fueron detenidas», y cuando las médicas fueron a realizar la denuncia «quedan detenidas e incomunicadas hasta las nueve de la noche y les sacaron sus pertenencias. Una de ellas está embarazada», relató Silvina que también agregó que esto resintió la atención en la guardia del efector ya que quedaron dos médicas menos y había gran cantidad de pacientes. «La guardia se convirtió en un caos porque quedaron solamente dos médicas, tuvimos un refuerzo provisorio del Sies, ingresaron cuatro urgencias casi seguidas y no nos daban las manos» para tanta demanda.

Por su parte, el delegado gremial César Goroso indicó que ante esta situación irregular «nos vamos a reunir con el secretario general del gremio y el abogado de la institución para evaluar las soluciones posibles ante estos hechos». El dirigente agregó que «en la comisaría las médicas fueron maltratadas por el personal policial también mujeres» y denunciar que «se manejaron de una forma irrisoria, dejaron al hospital sin guardia médica por el solo hecho de ir a denunciar un caso de violencia, la policía actuó muy mal, porque se trata de trabajadores que están brindando un servicio público a la comunidad».

Ante la consulta sobre las posibles soluciones, Goroso expresó que «el personal policial cumpla con su tarea, vienen al hospital a descansar porque salen de una comisaría a cumplir adicionales».