La violencia ejercida hacia el personal que se desempeña en los diferentes espacios de los hospitales públicos y centro de atenciones primarias de los barrios de la ciudad no es novedad, y es un tema que genera preocupación en el ámbito de los profesionales de la salud.

Médicos, enfermeros y personal administrativo que trabajan en el servicio público de la salud han recibido en el cumplimiento de su trabajo insultos, distintos ataques verbales y agresiones físicas en el último año de parte de algunas personas que, por ejemplo, les exigen la rápida atención ante una urgencia.

Pero además, los trabajadores de las dependencias de salud también se ven expuestos en los casos más extremos a los conflictos entre bandas y a las guerras narcos que se desarrollan en los barrios más periféricos y vulnerables.

Conclusión habló con referentes gremiales que representan a distintos sectores de los trabajadores de la salud, quienes detallaron cuáles son las situaciones actuales que han de enfrentar a raíz de este flagelo al que se ven expuestos quienes se dedican a sostener con su trabajo el sistema de la salud pública.

El secretario gremial del Sindicato de los Trabajadores Municipales, Pablo José Moyano, se refirió a la situación de los trabajadores de los centros de atención primaria de los barrios de Rosario, asegurando: “En estos últimos meses ha disminuido bastante las situaciones de violencia en los hospitales. Hay que tomar en cuenta el siguiente hecho: por un lado tenés los hospitales, y por otro lado el área de atención primaria que son los centros de salud que están en las periferias, donde allí lejos de disminuir se nota con mucha frecuencia. Ahí la dinámica de trabajo de la gente es otra y la asimila de otro modo, pero hay situaciones que exceden los marcos normales y que tienen que ver con agresiones, robos… fundamentalmente en lo que tiene que ver con los centros de salud”.

El gremialista contó también que las denuncias llegan permanentemente al sindicato y, desde la institución, se hacen las averiguaciones y denuncias pertinentes al Ministerio de Trabajo o, dependiendo la gravedad del problema, a la justicia misma.

«El que esta en contacto con la realidad es el trabajador»

Al ser consultado sobre qué factores inciden en estas situaciones de violencia en los lugares de trabajo, Moyano dijo que “uno de los fundamentales en los centros de primera atención son las disputas territoriales y las drogas«.

«Ese es uno de los factores fundamentales de la violencia, porque muchas veces hay victimas que son atendidas en los centros de salud y los victimarios vuelven a ver si los pueden encontrar allí adentro”, señaló el dirigente, contando que otro problema que aqueja al sector surge también a raíz de los tiempos que se están viviendo.

«A partir de la crisis financiera que tiene el municipio, hay dificultades muy grandes con las que los trabajadores tienen que lidiar todo el día por la falta de respuestas en cuanto a los turnos médicos y la escasez de insumos. Ya veníamos con falta de vacunas, lo que es un problema del gobierno nacional. Son todos factores que en determinados lugares y bajo determinadas circunstancias generan situaciones violentas”, explicó.

Estos pantallazos brindados por Pablo Moyano se refieren al período del último semestre hasta la fecha, en donde hay un tema de alta gravedad y urgencia que atender: “Ahora hay un hecho muy notable, que estamos discutiendo con la secretaría de Salud, que es que también a raíz de esta crisis financiera se están revaluando los servicios de vigilancia y seguridad privada, y ahí vamos a tener algunos inconvenientes. Ellos quieren disminuir el servicio, en principio, y en algunos casos reemplazarlos con policías”.

Para el secretario gremial de los municipales esto es un hecho, ya que algunos médicos en los barrios no quieren que haya policías, ya que por lo general los centros de salud están pared a pared con los búnkers. «Si vos metés un policía allí les estás generando un problema muy grande. Los trabajadores conviven con eso. Un policía allí no es la mejor herramienta en cuanto a seguridad”, continuó.

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Los parámetros establecidos para el análisis de las graves situaciones que sufren los trabajadores de la salud son expuestos por ellos mismos como actores fundamentales de la búsqueda de soluciones a estos problemas. Para Moyano los dispositivos de seguridad están analizados a raíz de la visión de los trabajadores y las opiniones que ellos tienen de la circulación de la gente en los lugares de atención médica, rematando con una frase contundente: «Hay una cosa que es ineludible, el que esta en contacto con la realidad es el trabajador. El funcionario tiene una mirada desde una matriz política , pero quien conoce verdaderamente cómo funciona y cómo es la mejor de hacer una tarea, es quien está trabajando todos los días”.

Actividad privada

Fernanda Boriotti, secretaria general de Siprus, expuso su visión al respecto sobre esta temática. La dirigente dijo a Conclusión que no tienen «casos relevantes que ocurran a diario, en realidad», y que «hay algunos casos que han sido de plano público pero no por fuera de lo que es la sociedad».

«A mí particularmente no me cierra la cuestión de mirar así porque son factores múltiples lo que hacen a la violencia en los lugares de trabajo. Pero nosotros no tenemos denuncias de situaciones nuevas”, remarcó.

Con ojo crítico y a nivel personal, Boriotti realizó su análisis de la problemática: “Es un flagelo social que se ve en distintos ámbitos y principalmente son los pacientes con el personal de salud. Se ve también en cómo vuelve el que ha sido excluido por alguna razón, se va del sistema por diversas causas, sociales, económicas, por no haber tenido una respuesta, porque lo mandaron de un lugar a otro… ese que vuelve a tratar de buscar parte de ese sistema vuelve enojado«.

«Salud y educación son algunos de los contenedores de toda la situación social que se está atravesando desde algunos años a esta parte, y el deterioro de los vínculos. Esa es la mirada que tenemos nosotros. No nos gusta pensar que somos nosotros las victimas y nada más”, concluyó.

Agresión y descontrol en el hospital Provincial

El episodio que se vivió en abril en la guardia de pediatría del hospital de Leandro N. Alem al 1400 fue el más resonante de este año. Según informó el Ministerio de Seguridad, una mujer de 29 años concurrió a la guardia del nosocomio con su hija de un año, a la que le diagnosticaron broncoespasmo.

En un momento dado, la madre se sintió maltratada por la médica que la estaba atendiendo y allí comenzó la discusión. El altercado fue in crescendo y, según dijo la mujer a la policía, los médicos y enfermeros la sacaron a empujones del consultorio con su hija en brazos.

Por su parte, la doctora en cuestión le manifestó a los oficiales que estaba atendiendo a la niña, a quien ya había tratado en ocasiones anteriores por el mismo cuadro, y la madre de la nena se quejó por la atención recibida y le pidió que le devolviera la orden médica para una radiografía. Según la versión de la médica, Natalia D., cuando se dio vuelta para entrar al consultorio la otra mujer, Daniela C., la tomó de los pelos y le rasguño la frente. En ese momento intervinieron un grupo de médicos y enfermeros, para separarla.

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En aquel momento, desde el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud emitieron un comunicado expresando «su repudio a los hechos de violencia sucedidos en la guardia pediátrica externa del Hospital Provincial, que culminó con médicos lesionados y demorados en la Seccional 2ªde policía de Rosario».

El gremio calificó de inaceptable lo ocurrido y denunció la “situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los profesionales ante hechos de violencia en las guardias externas, que en este caso termina con el agravante de que las propias víctimas son demoradas por la policía. Además de la violencia de índole interpersonal y social, se debe tolerar esta violencia institucional por parte de las fuerzas públicas y el poder judicial sobre los trabajadores”.

Además, Siprus enfatizó en aquel entonces, tras decretar un paro de guardia, que “es necesario y urgente el diseño de respuestas políticas serias para garantizar un ambiente de trabajo y prestación de salud seguros”.