El Papa Francisco se ha reunido esta mañana, en el Salón de las Bendiciones de la Basílica de San Pedro, con los miembros de la Unión Italiana de Juristas Católicos.

En su discurso, Francisco ha asegurado que nunca como en estos tiempos «los juristas católicos están llamados a afirmar y tutelar los derechos de los más débiles, dentro de un sistema económico y social que finge incluir la diversidad pero que, de hecho, excluye sistemáticamente a los que no tienen voz».

«Los derechos de los trabajadores, de los migrantes, de los enfermos, de los niños no nacidos, de las personas moribundas y de los más pobres se descuidan y niegan cada vez más en esta cultura del descarte», denunció el Pontífice.

«Aquellos que no tienen la capacidad de gastar y consumir parecen no valer nada», lamentó Su Santidad. Negar «los derechos fundamentales», «el derecho a una vida digna», «al cuidado físico, psicológico y espiritual», a «un salario justo», dijo, «significa negar la dignidad humana».

«Lo estamos viendo: cuántos jornaleros – disculpe la palabra – «usados» para la cosecha de frutas o verduras, y después pagados miserablemente y echados, sin ninguna protección social», señaló el Papa.

«Reconocer en principio y garantizar concretamente los derechos, proteger a los más débiles, es lo que nos hace humanos», indicó Francisco, porque, de lo contrario, «nos dejamos dominar por la ley del más fuerte y damos rienda suelta a la opresión».

«Por ello, el reconocimiento de los derechos de los más vulnerables no se deriva de una concesión gubernamental. No. Y los juristas católicos no piden favores en nombre de los pobres, sino que proclaman con firmeza aquellos derechos que se derivan del reconocimiento de la dignidad humana», afirmó el Santo Padre.

«El papel del jurista católico, cualquiera que sea su función, como consultor, abogado o juez, es, por tanto, contribuir a la protección de la dignidad humana de los débiles afirmando sus derechos. De esta manera él o ella contribuye a la afirmación de la fraternidad humana y no a desfigurar la imagen de Dios impresa en cada persona», aseguró Francisco.

Fuente: infovaticana.com