Luego del frustrado paro de la CGT, los cruces entre dirigentes, la ausencia de los grandes gremios en las deliberaciones de las últimas semanas y las posiciones dubitativas frente a la reforma previsional, empezaron a llegar las primeras repercusiones.Este martes Francisco “Barba” Gutiérrez, secretario del Interior de la CGT, renunció a su cargo y oficializó la salida de la UOM de la conducción nacional de la principal central obrera del país.

En un escueto comunicado a través de las redes sociales, el metalúrgico quilmeño dijo “no compartir” la estrategia del triunvirato.

“La CGT debe ser hoy más firme y contundente en defensa de los trabajadores y el modelo productivo nacional”, señaló.

Además, Gutierrez solicitó que se convoque a los cuerpos orgánicos de la central para establecer una nueva estrategia y una nueva conducción con un programa y un plan dispuesto a luchar por los trabajadores.

Es un cimbronazo para el triunvirato que parece tener sus días contados, luego de que los Gordos y los Independientes le retiren el cuerpo a las protestas, la CATT deje sin sustento a su referente y varios hayan salido a boicotear las decisiones anunciadas ayer.