La planta de BGH en Tucumán cerró y las últimas 50 personas que todavía trabajaban en la fábrica quedaron en la calle. Cuando Mauricio Macri llegó al poder, la empresa dedicada a teléfonos celulares contaba con 240 empleados, que poco a poco fueron cesanteados a medida que avanzaban las importaciones desde China.

Los nuevos desempleados son en su mayoría personas mayores, que tenían muchos años de trabajo en la firma y ahora enfrentan una casi imposible reinserción laboral.

El último viernes autoridades de la empresa a nivel nacional reunieron al personal y le comunicaron la decisión a los empleados.

Quedan sólo dos plantas

Las explicaciones apuntaron a que la apertura de las importaciones por parte del gobierno obliga al cierre de la empresa en Tucumán. Por el momento, sólo quedarán operativas las plantas de BGH en Río Grande y en Buenos Aires.

Los trabajadores advirtieron que la situación de crisis comenzó cuando el Gobierno nacional estableció una política de apertura de importaciones. “Desde que asumió el presidente Mauricio Macri la empresa se convirtió en importadora”, explicó uno de los delegados, José Pavón. “Lo que nosotros fabricábamos ahora se importa de China o de otros países”, agregó.

Proyectos que no prosperaron

Pavón relató que en varias oportunidades, el gobierno de la provincia de Tucumán había planteado la posibilidad de que en la planta se trabajara con paneles solares o luminaria Led, como forma de solución. Pero ninguno de esos proyectos prosperó.

El delegado expresó además que los despedidos serán indemnizados tal cual lo indica la ley.

La planta tucumana funcionaba desde 1974. En 2015 tenía a 240 personas cumpliendo distintas tareas. Se trabajó con Nextel durante muchos años. También con DirecTV, Movistar, Huawei, y con otros servicios de telefonía fija e inalámbrica.