Gremios de diversos sectores vinculados a la industria naval exteriorizaron su preocupación, luego de que el Poder Ejecutivo nacional vetara dos artículos centrales del régimen de promoción que se había aprobado en el Congreso y que «fueron acordados por diversos sectores productivos del área portuaria y Marítima».

En ese sentido, el secretario General de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA) y uno de los líderes del triunvirato de la CGT, Juan Carlos Schmid, y de la comunidad productiva de la industria naval, integrada entre otros por los trabajadores del Astillero Río Santiago enrolados en ATE Ensenada, cuestionaron la medida.

FeMPINRA indicó que «los dos artículos eran considerados parte de la columna central del proyecto» porque creaba «un fondo de 1.500 millones de pesos por año, que se ajustaría por índice de precios, y el mantenimiento de los bonos por bienes de capital».

En este marco La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval, expresó su «enorme preocupación» y precisó que «de nada ha servido la búsqueda de consensos y diálogo, la orientación económica cada día más se acentúa en el endeudamiento y la primarización».

Schmid indicó que el veto manifiesta «falta de interés marítimo y no promueve el desarrollo de una industria madre, como así también la promoción de la Marina Mercante».

«La creación del fondo está contenida en el artículo 10. El Ejecutivo lo observó por entender que no quedaba claro si implicaba una nueva asignación de gastos no previstos en el presupuesto o, por el contrario, representaba la creación de una línea específica dentro de los fondos fiduciarios administrados por el Ministerio de Producción.

«La determinación de un monto mínimo anual con un fin específico no previsto por las normas que rigen los fondos fiduciarios vigentes, sin conocer el estado de situación ni disponibilidad de fondos de cada uno de ellos, conlleva en un claro avasallamiento de las facultades de administración de la Autoridad de Aplicación a cargo de dichos fondos», argumentó FeMPINRA.

«No esperábamos esto de las autoridades del Poder Ejecutivo. Su actitud es, por lo menos, sorpresiva y nos decepciona ya que teníamos canales de diálogo abiertos que todo nuestro sector unido sí respeto siempre. Después de tanto trabajo, negociaciones y, principalmente, consensos alcanzados merecíamos otro trato», precisó el dirigente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval, Miguel Ángel Sánchez.

Además, Sánchez prosiguió: «Antes de nacer, el país de los 8.450 kilómetros de costas fluviales y marítimas, perdió, como si nada, su ley de Industria Naval y ahora deberemos ver si esto es posible remontarlo».
Para los gremios de Ensenada, el veto «es un atropello»
«El veto es un atropello al trabajo que se realizó durante más de dos años en el poder legislativo de manera conjunta con todos los actores que forman parte de la actividad como los sindicatos, cámaras empresarias y los sectores profesionales y académicos», precisaron los gremios de Ensenada.

«Nos encontramos profundamente decepcionados por el Ejecutivo Nacional luego de dos vetos presidenciales en la Ley 27.418 que crea el Régimen de Incentivo, Promoción y Desarrollo de la Industria Naval Argentina y que fue sancionada por el Congreso de la Nación el pasado 29 de noviembre tenían años de discusión», precisaron los sindicatos de Ensenada.

Además, señalaron que «la medida traiciona lo trabajado, vacía de contenido el espíritu transaccional de estos proyectos y lo más importante aniquila los elementales puentes de confianza que toda democracia debe tutelar».