En pleno arranque de temporada, los trabajadores municipales de Mar del Plata llevan se encuentran realizando una medida de fuerza en reclamo de la recomposición salarial que mantiene a la ciudad balnearia con unos pocos servicios básicos.

Desde hace más de un mes,  los empleados municipales se encuentran en conflicto a causa de un decreto aplicado por el intendente Carlos Arroyo en el cual se contemplaba un aumento del 14% retroactivo a diciembre y rechazado por unanimidad por el gremio. Pero este lunes se intensificó la protesta cuando los municipales decidieron mantener una «retención de tareas por tiempo indeterminado» .

Ya son 28 días donde la medida de fuerza de los empleados generó efectos que están a la vista de todos. Fue el 11 de diciembre cuando inició la paralización de los servicios que brinda el municipio por la falta de acuerdo salarial con los empleados. Desde entonces funcionan guardias mínimas en los servicios esenciales.

Dicha medida de fuerza consiste en acudir a los lugares de trabajo sin prestar los servicios habituales, entre los que se cuentan mantenimiento de espacios públicos y el labrado de las multas de tránsito. Además los centros de salud del municipio sólo mantienen guardias mínimas, por lo que el intendente Arroyo amenazó con realizar una «demanda millonaria» contra el sindicato.

Sin embargo, el titular del Sindicato de Trabajadores Municipales, Antonio Gilardi confirmó que no se va a cerrar una paritaria 2018 que totaliza apenas un 32% dejando el aumento casi 15 puntos por debajo de la inflación anual. Además. desde el gremio anticiparon que la Federación de Municipios Bonaerenses podría solidarizarse con el reclamo lo que implicaría «medidas de fuerza en los 132 municipios de la provincia de Buenos Aires».

Por otro lado, los municipales marplatenses también reclaman “la devolución de la bonificación que les sacaron arbitrariamente a los docentes; el pase a planta permanente de los trabajadores temporarios; la puesta en funcionamiento de la comisión de ascensos y promociones; el pago de bonificación por 25 años de servicio y el pago de las vacaciones a los trabajadores jubilados”.

Por su parte, el intendente Arroyo argumentó que no quiere “endeudar más a los vecinos” concediendo un aumento por encima de las posibilidades de la comuna y recordó que llevó tres años volver a pagar en fecha, después de un inicio de gestión que requirió de la ayuda provincial. “Lo más fácil sería aumentar las tasas, pero eso iría en contra de la administración y de los contribuyentes”, añadió.