Trabajadores la Asociación del Personal No Docente (Apur) de la Universidad Nacional de Rosario reclaman la intervención del rector Franco Bartolacci ante las recurrentes denuncias de maltrato y acoso laboral en la Facultad de Medicina.

«Antes de que tomara sus vacaciones el rector de nuestra universidad, creímos conveniente solicitarle que a su vuelta convoque a una mediación con las autoridades de la Facultad de Medicina en razón de que queremos que esto, al reanudarse las actividades luego del receso, tenga alguna solución», contó el secretario general de Apur, Miguel Roldán.

Al momento de exponer sus sensaciones ante esta situación, Roldán señaló que, fundamentalmente, los asombra la postura que han tomado las autoridades, «porque no es la primera vez que tenemos divergencias con autoridades de facultades o institutos, pero siempre se prestan a conversar y buscar alguna solución para que el diferendo no golpee sobre la convivencia diaria de nuestros representados. Aquí eso no ocurre, es asombroso».

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«A través de los años -continuó-, no hemos visto que se muestre tanta soberbia e indiferencia por parte de esta gente. Son plenamente justificadas las denuncias. No queremos que, a la vuelta, la gente que va allí a dar su concurso laboral en forma diaria trabaje hostigada. Más aun cuando hay discriminación de orden político. Porque no se comparte la ideología de esta gente, los han menoscabado».

Respecto a los detalles del accionar discriminatorio que denuncia, el secretario general de Apur expresó que «a gente administrativa la han mandado a cuidar la puerta. Los han sacado de la facultad porque no comulgaban con su forma de pensar política. Nuestro gremio es pluralista y está muy lejos de practicar política. Practicamos gremialismo esencialmente puro y genuino. Defender al trabajador más allá de todo».

Además, Roldán aseguró que no descartan profundizar su reclamo si, al retorno del rector, no consiguen una respuesta favorable a su pedido de mediación. «Nuestros afiliados no tienen por qué sufrir los caprichos de esta gente. Solamente pedimos el respeto que nos merecemos», concluyó.