Después de varias crisis de la empresa Paraná Metal en el año 2009 el empresario Cristóbal López se hizo cargo. Pero desde la reapertura de la fábrica hace tres años y medio se vienen produciendo suspensiones. Sólo este año, entre abril y agosto, no las hubo por gestiones obreras para incrementar líneas de trabajo.
Sin embargo, ahora la empresa vuelve a ser noticia por la denuncia del gremio de la existencia de 180 telegramas de preaviso de despido para el 31 de octubre.
El punto de inflexión se dio hace pocos meses tras la muerte del operario Gerardo Lauck, aplastado por una percha de una cuchara que pesaba unos 400 kilos.
Las discusiones posteriores, iniciadas por la representación gremial sobre seguridad y condiciones de trabajo, llevaron a poner en duda la continuidad de la planta poco después del velatorio.
“En aquella discusión, cuando se planteó cómo pensaban seguir y cuál era la perspectiva de mejoramiento de la planta, el gerente general dijo que si la empresa no conseguía afianzar la producción que estaba desarrollando y tenía en vista, cerraba la planta el 30 de septiembre», revelaron desde el sindicato.
El referente Leandro Del Greco, miembro de la Comisión Interna de Paraná Metal, e integrante de la UOM Villa Constitución, reseño: «Recordemos que estábamos hablando de la muerte de un compañero”.
Del Greco ingresó a la trabajar en una empresa contratista en 1995 pero pasó a planta recién en 2005, un caso sintomático. El 29 de junio de 2015 la empresa planteó que si no había trabajo ni concreciones de contratos, cerraría la planta el 30 de este mes. Fue entonces cuando se abrieron canales de diálogo con el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Por aquel entonces, los empresarios sostuvieron que pospondrían el cierre de la planta por existir avances con pedidos de producción de Ford que le permitirían cierto crecimiento para el año siguiente, pero, sin dar mayores detalles y adelantaron que no descartaban reestructurar la empresa.
Del Greco reconoció: “Eso fue dando ánimo, pero igual siguieron las tratativas, incluso hubo llamados del Ministerio de Industria a la empresa para que se sigan concretando tareas”, detalló el metalúrgico.
Por ahora existe un canal de diálogo abierto con la cartera laboral nacional, que se lleva adelante a través la UOM nacional. Según las propias autoridades, las conversaciones de Carlos Tomada y su par del Ministerio de Industria, Débora Giorgi, se realizaron en duros términos con Fabian De Souza, uno de los dueños.
Anteriormente los trabajadores realizaron sondeos ante el Ministerio de Industria “pero desde allí dijeron que el directorio de Paraná Metal nunca tuvo la voluntad necesaria para continuar con el desarrollo de la planta y hubo muchos clientes que se presentaron y Paraná Metal no fue a las reuniones”.
Esta actitud advirtió a los trabajadores sobre la verdaderas motivaciones de los directivos de Paraná Metal y mencionaron que esta situación “denota poca actitud para seguir llevando adelante el negocio”.
Los operarios afirmaron tener la decisión de seguir «laburando y buscar alternativas de continuidad, con la empresa o sin ella».
En el mismo sentido, reflexionaron que es muy difícil «si no hay producción, pero la idea en estos 60 días es buscar alternativas, pelearla y continuar con las fuentes de trabajo» .
Por último, presentaron sus sospechas puesto que entienden que desde «la empresa está claro que algo están buscando, el tema es que no sabemos si es dilatar el tiempo y terminar en el cierre definitivo o continuar con la producción y ejercer presión mediante la amenaza de cierre”, concluyó Del Greco.
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