El gobierno parece esperar que gremios y empresas negocien aumentos salariales inferiores al 30 por ciento para este año, pero el piso anticipado por los sindicatos supera esa pretensión, mientras aún restan definir ajustes de tarifas del transporte y servicios de luz y gas, por la quita de subsidios a aplicarse en las próximas semanas.

El otro foco de tensión radica en que el gobierno quiere que las discusiones se centren en las previsiones de costo de vida para este año, pero muchos sindicatos exigen compensar las remarcaciones aplicadas en el último bimestre del 2015, cuando se aceleró la inflación.

El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso de Prat Gay, dijo que el costo de vida proyectado para el 2016 se ubicará entre el 20 y el 25 por ciento, y que la expectativa oficial era que los acuerdo salariales cerraran levemente por encima de ese nivel, lo cual llevó a sindicatos a interpretar que se busca poner un tope del 30%, consignaron fuentes gremiales.

Incluso, el funcionario le pidió a los sindicatos «priorizar el empleo» en las negociaciones, lo cual no fue bien recibido por algunas organizaciones gremiales, que lo interpretaron como un mecanismo de presión con vistas a la batalla salarial que viene.

El Banco Central dará a conocer la pauta de inflación que espera para el año, cuando en los próximos días informe su programa financiero.

Prat Gay invitó a los gremios «a discutir hacia adelante» y estimó que la base para paritarias «estaría un poco por arriba» de esa pauta inflacionaria anual del Banco Central.

En los cuarteles sindicales se aguarda el comportamiento de los precios en el primer trimestre para discutir salarios para verificar el impacto de la devaluación, pero lo cierto es que casi todos los reclamos ponen un piso del 30% para empezar a discutir.

Los gremios aguardan también cual será el impacto del aumento de tarifas del transporte y cuanto impactará la quita de subsidios en servicios de electricidad y gas, para tener una aproximación más acertada sobre el deterioro del poder adquisitivo de los sueldos.

El anzuelo para que los gremios acepten el porcentaje oficial sería aumentar las asignaciones familiares y universalizarlas hasta un tope que excluiría a sueldos por encima del pago mínimo de ganancias, que rondaría los 30 mil pesos.

También ofrecería aumentar los aportes a las obras sociales, de la cuenta que existe en el Banco Nación, para ir achicando la deuda de casi 25.000 millones de pesos que dejó por ese concepto la anterior administración kirchnerista.

Pero esa idea de tope a los salarios transita el umbral de la imposibilidad de aceptación ante los afiliados, porque las conducciones necesitan recuperar parte de la escalada de precios de los últimos dos meses del año.

Entre los que se pronunciaron acerca del posible piso de paritarias figuraron el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, al estimar que el piso de las paritarias correspondientes al año próximo sería del 35% por la aceleración de la inflación entre enero y diciembre.

El líder de la otra CTA, Hugo Yasky, sostuvo este lunes que las paritarias deben ser «libres» y rechazó que puedan ser «condicionadas» a partir del acuerdo social que impulsa el Gobierno.

Yasky advirtió que los empresarios buscan «convertir los salarios en rentabilidad propia. Quieren discutir productividad y nosotros queremos discutir con paritarias libres. Y que se respete el modelo que venimos YAssllevando adelante desde hace 12 años ininterrumpidamente».

Por su parte, el secretario general de los estatales de UPCN, Andrés Rodríguez, consideró «prematuro» hablar de paritarias en torno al 26 por ciento, que propone el gobierno para discutir un acuerdo social entre empresarios y sindicatos.

«Todavía es muy prematuro, hay que ver cómo evolucionan ciertas variables. Nuestras paritarias están entre marzo y julio, o sea que es realmente muy prematuro aventurar una cifra», advirtió el líder de UPCN.

El dirigente de la CGT-Azopardo que dirige Hugo Moyano, Juan Carlos Schmid, indicó que el índice de inflación, que mide el Observatorio Económico Social de esa central, registró para 2015 un aumento del 28 por ciento y estimó que los gremios reclamarán para este año un aumento salarial «por encima del 30 por ciento».

«Según nuestras mediciones terminamos 2015, sin contar la devaluación, con un 28 por ciento de inflación», afirmó el también jefe de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).

Julio Piumato, de los Judiciales, consideró «posible» que la CGT que dirige Hugo Moyano negocie un aumento del 28%, aunque aclaró que «con este ritmo de suba de precios, no podemos decir con precisión lo que vamos a reclamar».

«Moyano habló de aumentos del 28%, pero con la inflación de hoy. Pero lo que sí sabemos es que con este ritmo de suba de precios, no podemos decir con precisión, ahora, lo que vamos a reclamar», explicó Piumato.

En tanto, el líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, había adelantado: «No puedo decir cuánto voy a negociar, pero creo que vamos a andar en el 50%. O me dan un bono ahora, o después tengo que hacerlo, sino la inflación se come todo».

Igual, Barrionuevo pidió «dejar andar a Macri» y dijo estar «dispuesto a acompañar» al nuevo gobierno.

Posición del Movimiento Sindical Rosario

A través de un comunicado, las organizaciones que comparten el espacio denominado Movimiento Sindical Rosario*, compuesto por más de cuarenta gremios de la ciudad expresaron su visión del escenario post devaluación y su posición respecto de la políticas defendidas por funcionarios del gobierno nacional. A continuación se reproduce el comunicado:

«El Movimiento Sindical Rosarino expresa su más enérgico repudio a las declaraciones realizadas por el Ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación. Alfonso Prat Gay quién advirtió a los gremios sobre los «riesgos» de las próximas negociaciones salariales con las empresas, al sugerir que las demandas de subas elevadas podrían perjudicar a los puestos de trabajo. Su expresión «cada sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato» es una amenaza condicionante ante las futuras negociaciones paritarias que se avecinan.

Mientras se ha consumado una multi-millonaria transferencia de pesos en beneficio del sector agropecuario más concentrado y especulativo, el poder adquisitivo de los salarios ha sufrido un duro golpe. Los desmedidos aumentos de precio de la canasta familiar, servicios e impuestos, sumados a la mega devaluación de nuestra moneda cono así también al impacto en el aguinaldo del impuesto a las ganancias que afecta a mayor cantidad de trabajadores necesitan indefectiblemente ser ponderados en la discusión paritaria libre y sin techo.

No vamos a retroceder a la concepción laboral  neoliberal de los noventa discutiendo paritarias sujetas a la productividad o condicionadas con amenazas de despidos».

* (Luz y Fuerza – Trabajadores Municipales de Rosario – Trabajadores Judiciales de la Provincia de Santa Fe  –  Asociación Bancaria – Asociación Empleados de Comercio – Federación Gráfica Rosarina – Correos y Telecomunicaciones –SADOP- SITRATEL – Empleados Jockey Club – APEL – ATSA – SMATA – UOM – SITRABUR – APOPS – APUR – AEFIP -Sindicato Industria de la Carne – Sindicato Industria de la Madera – Confiteros – Unión Ferroviaria – UTSA – SUPARA – SUTRACOVI-SUPE – Ceramistas – UOCRA – UPCN – SOEME – Farmacia – Peluqueros y Peinadores – Barrido y Limpieza – SITRAJU-AMET- Vendedores de Diarios y Revistas-ATFA-Obras Sanitarias-SUTERyH- Industria de la Alimentación-)

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