Los kinesiólogos del Pami realizaron una protesta esta mañana en San Lorenzo al 900 para denunciar los recortes que está realizando el Gobierno Nacional y las repercusiones de los mismos. «Los abuelos están desesperados», contaron los manifestantes.

«Estamos haciendo un reclamo porque el 27/9, sin previo aviso y por resolución en el Boletín Oficial, nos enteramos de que el 1 de noviembre nos quedamos sin trabajo, nosotros, y sin atención los abuelos. Nos quieren dejar afuera y pasar a un sistema capitado, donde nos quieren pagar 21 pesos la cápita», explicó el kinesiólogo Lucas Gómez en dialogo con Conclusión.

Según señaló Gómez, la aplicación de este nuevo sistema constaría del pago de un monto fijo de 21 pesos por paciente, sin importar si a este se lo atiende «una o veinte veces en el mes».

Al ser consultado por el número de trabajadores afectados por esta situación, el kinesiólogo apuntó que en total son 50 prestadores en Rosario y alrededores. «Hacemos especial hincapié en que no solo nosotros nos quedamos sin trabajo, sino que los abuelos se quedan sin atención de kinesiología», enfatizó.

Además, Gómez comentó que anteriormente el sistema era modular, es decir, los trabajadores cobraban por sesión. «La sesión de fisiokinesioterapia ronda entre los 230 y los 240 pesos por sesión, que es distinto al sistema capitado. Los aranceles son totalmente irrisorios. Con 21 pesos es insostenible cualquier consultorio», expresó.

Algunos de los trabajadores ayer se reunieron con un estudio de abogados de la ciudad y buscarán conseguir un recurso de amparo que les permita frenar la resolución gubernamental y que no se efectivice.

Al momento de hablar sobre las inquietudes que les acercan los jubilados al enterarse de estas noticias, Gómez contó que «los abuelos están desesperados». «Los abuelos nos cuentan sus problemáticas: la falta de medicamentos, pañales y ahora esto», cerró.