El Ministerio de Salud de la Nación introdujo en el Presupuesto 2021 la restitución de 5 mil millones de pesos a las obras sociales sindicales. Los fondos habían sido cedidos a la gestión de Mauricio Macri para un programa de salud pública universal que nunca se ejecutó.

El dinero corresponde al saldo de 8 mil millones que la Confederación General del Trabajo había entregado durante el primer año de gestión de Cambiemos para que el nuevo Gobierno creara la Cobertura Universal de Salud (CUS), una iniciativa que se proponía llegar con atención médica a los sectores no cubiertos por las prestadoras gremiales, las empresas de medicina privada ni el PAMI.

El acuerdo consistió en entregar los recursos a cambio de que el entonces presidente Mauricio Macri firmara un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) reconociendo una deuda del Estado con las obras sociales por 20 mil millones de pesos, fondos adeudados de las gestiones kirchneristas.

Macri firmó el DNU, afianzó el vínculo con la central obrera y ordenó la devolución de 12 mil millones de pesos de la deuda a partir de distintos mecanismos, como subsidios, bonos y aumento de las distribuciones mensuales, pero además fijó la reserva de los 8 mil millones restantes para el desarrollo del CUS.

Con el correr del tiempo los compromisos asumidos por Cambiemos en la normativa firmada estuvieron lejos de traducirse a medidas concretas. Además, la unidad ejecutora del fideicomiso que debía seguir de cerca el destino de los recursos nunca entregó la información solicitada por los representantes cegetistas.

Ante este escenario, la CGT advirtió que el gobierno de Macri la había marginado del organismo que debía gastar los recursos de la CUS y tampoco rindió las cuenta. Finalmente, los dos representantes sindicales, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Carlos Frigerio (cerveceros), se retiraron de la unidad ejecutora y se negaron a firmar los balances.

Sin contar con la totalidad de la información, desde la central obrera estiman que los funcionarios anteriores utilizaron solamente una parte mínima de los fondos en la construcción de un hospital en el norte del país y otra porción en gastos corrientes, algo no estipulado en la normativa.

De esta manera, el primer presupuesto de Alberto Fernández buscará devolverle a las obras sociales sindicales los recursos que en su momento destinaron a la administración de Cambiemos.

El Presupuesto 2021 dotará de recursos inéditos a la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el órgano a cargo del control de obras sociales y prepagas y responsable de la distribución de recursos para el reintegro del valor de los tratamientos médicos complejos.

En total contará con más de 34 mil millones de pesos para asistencia financiera a las obras sociales contra $14.400 millones de este año; 10 mil millones de pesos en 2019, y algo más de 9 mil millones de pesos en 2018.

Aún así, desde la Superintendencia señalaron que esos números deben ser matizados por el impacto de la pandemia, ya que este año el organismo -según apuntó- más de 63 mil millones de pesos del Fondo Solidario de Redistribución.