Sadop Rosario difundió este miércoles un relevamiento que advierte que el 34% de las escuelas privadas de la ciudad tiene cortado el suministro de gas y 2 de cada diez nunca tuvieron instalaciones para recibirlo. Según detalló el gremio docente, hay edificios que tienen terminadas las obras requeridas, pero Litoral Gas demora los trámites necesarios para el alta del servicio.

Las cifras surgen de un relevamiento realizado por Sadop Rosario en 154 escuelas de gestión privada y permite visibilizar las condiciones ambientales para afrontar el invierno.

«Nos urge encontrar una solución al tema, no solamente por la temperatura, sino también por la manipulación de alimentos en algunos colegios. Hay escuelas que realizaron inversiones millonarias para poder ponerse al día con el tema del gas y la instalación pero todavía no se ha logrado», señaló este miércoles el secretario general del gremio que nuclea a las escuelas privadas, Martín Lucero, en declaraciones a Conclusión.

Según puntualizó Sadop, el relevamiento fue realizado «con el objetivo de conocer el modo en que se calefaccionan los colegios porque porque haciéndolo podemos hablar de las condiciones de trabajo de los y las docentes y también de una forma de invertir los fondos que reciben las escuelas cuando los padres pagan una cuota. Eso colabora con el mantenimiento pero las obras de gas son muy costosas y tardan en hacerse».

El estudio permitió establecer que un poco más de la mitad de los educadores (52%) dicta clases en aulas calefaccionadas utilizando diferentes métodos y que 8 de cada 10 colegios cuenta con instalación de gas natural aunque el 34% tiene el suministro cortado.  El tiempo de desconexión es varía: 43% entre 3 y 6 meses; 21% de 1 a 3 meses; 19% entre 6 y 12 meses y 17% desde hace más de un año.

«Le hemos planteado al Ministerio de Educación, en conjunto con las escuelas, que trate de hacer algún tipo de gestión con Litoral Gas para que avancen las inspecciones habida cuenta de que las temperaturas van bajando y en los colegios concurren niños, niñas y adolescentes que de alguna manera están expuestos a bajas temperaturas», contó Lucero.

Y aclaró: «No planteamos que haya ninguna morigeración en los esquemas de seguridad, pero los trámites burocráticos deberían aggiornarse para ser más rápidos».