La presencialidad o no en las escuelas durante el próximo ciclo lectivo es un debate que necesita una rápida resolución para que este año pueda tender a la normalidad y superar las dificultades que se presentaron el año pasado debido a la irrupción de la pandemia de coronavirus.

En tal sentido, el secretario general de la delegación Rosario del Sindicato de Docentes Particulares (Sadop), Martín Lucero, consideró que “el inicio de clases no depende de los docentes o de los sindicatos, está en manos de los Estados; hoy es un problema de política de salud pública”.

Más adelante, el dirigente gremial especificó que “al igual que en otras ocasiones, Sadop Rosario se enteró a través de las declaraciones de funcionarios reflejadas por los medios, sobre las medidas y acciones con las que el Ministerio de Educación planifica la presencialidad”.

“Consideramos que es un buen momento para que sean los padres, que el año pasado se movilizaron y reclamaron a la docencia y a los sindicatos, hoy consulten e insistan a las autoridades para que brinden definiciones claras”, sostuvo Lucero.

Además, el titular del sindicato de los docentes de escuelas particulares, adelantó que “la primera reunión paritaria está fijada para el 5 de febrero y las expectativas están puestas en que el Ministerio presente lineamientos claros en cuanto a forma, horas, modalidad de trabajo pedagógicos y definiciones en cuanto a contenidos”.

Las nuevas condiciones

En otro aspecto, Lucero fue más allá de las situaciones conflictivas que ofrece el presente y observó aquellas que se avizoran para los tiempos por venir: “Las condiciones de trabajo, como nosotros las vimos tradicionalmente, no van a ser iguales. Nuestra concepción de condiciones de trabajo y lugar de trabajo, no van a ser iguales, pero eso no quiere decir que tengan que ser peores que fue lo que pasó este año”.

“Entre el extremo de la habitualidad que nosotros teníamos en la presencialidad, todos  los días en la escuela y cumpliendo un turno, y el encierro forzado, producto de la pandemia, hay un diálogo, un entendimiento que tiene que lograrse”, advirtió.

Seguidamente, observó: “Es posible en función de las experiencias que vemos en el extranjero que haya que pensar en contenidos flexibles y dictados flexibles de contenidos que te permitan tener la escuela abierta quince días, cerrar 15 días, volver con grupos, atender la virtualidad, atender la presencialidad… es lo que está pasando en todo el mundo”.

Finalmente, expuso: “Lo que tiene que suceder, es que nosotros, que nos estamos dando cuenta ahora de esta situación y que tenemos la experiencia comparada, generemos políticas para tener cuando nos pase, los gobiernos ya tienen que estar pensando en esto, en cómo vamos a resolver este problema”.