Este miércoles se dieron a conocer los datos del Ministerio de Trabajo correspondientes al mes de junio, de donde se analiza el crudo y preocupante saldo de unos 106.200 empleos registrados perdidos en el primer semestre de 2018.

El mercado laboral se vio afectado de manera drástica a lo largo de este año, principalmente por la recesión que atraviesa la economía argentina.

En junio, el saldo negativo fue de unos 12.600 puestos de trabajo, ya que se incorporaron 14.200 trabajadores al sector público, pero en cambio se perdieron 26.800 empleos en el sector asalariado privado.

Los más perjudicados fueron los monotributistas sociales, quienes padecieron una caída mensual del 2,3%. A ellos los siguen los asalariados del sector privado, asociados en general al empleo de mayor calidad, que cayeron un 0,4%.

Por otra parte, las mayores alzas se vieron en los trabajadores de casas particulares (0,9%) y el sector público (0,5%).

El rubro más castigado, una vez más, resultó ser la industria con una cantidad de empleos perdidos de 7.800 (-0,7%) entre mayo y junio, seguido por la actividad inmobiliaria (5.300), la construcción (4.700) y el comercio (4.400).

En cuanto a regiones, La Rioja fue quien más baja tuvo a nivel porcentual con un negativo de 4,1%, seguido por Mendoza (-3,5%), San Luis (-1,2%) y Santa Cruz (-1,2%). En contraposición, Neuquén creció un 6,5%, a raíz del buen rendimiento de Vaca Muerta, según especificó el Ministerio de Trabajo.