La empresa multinacional de traslados Uber lanzó una búsqueda de conductores en un nuevo intento de desembarcar en Rosario. La convocatoria fue publicada en su web oficial y alarmó a los taxistas de la ciudad, que no tardaron en repudiar el accionar de la compañía. Desde el Municipio ratificaron que para funcionar debe cumplir con la normativa vigente.
“Ganá un mínimo de 19.500,00 AR$ por tus primeros 100 viajes en Rosario”, figura en la página oficial de Uber, la compañía que hace tiempo intenta tener actividad en la ciudad por medio de su app. Su desembarco hasta el momento no pudo concretarse, ya que no cumple con los requisitos que la norma local indica.
El lanzamiento de la convocatoria se efectuó por distintas webs de la compañía: «Si tienes un coche relativamente nuevo, vives en Rosario y quieres trabajar por tu cuenta siendo chofer, ya puedes», se lee en una de ellas. A la par, en las redes sociales también publicaron: «Generá por lo menos $39,000 en tus primeros 200 viajes en Rosario. Promoción de tiempo limitado».
Los distintos avisos alarmaron a una parte de los taxistas locales, que rápidamente salieron a mostrar su preocupación y pedir una postura más firme de las autoridades frente a las «plataformas truchas».
José Iantosca, referente de la Cámara de Titulares de licencias de Taxis (Catiltar) indicó en contacto con El Tres que el sector necesita «señales que empiecen a combatir a las apps ilegales que hoy existen en Rosario“.
Ante este escenario, el dirigente taxista señaló que es necesario que el Concejo Municipal avance con iniciativas que combatan la actividad que se ubique por fuera de la normativa. “Que se presente un proyecto que tenga mucha fuerza para combatir la ilegalidad de las aplicaciones. Sacar el auto del corralón por trabajar ilegal tiene que salir 100 mil pesos. Si vamos a ser livianitos es porque en realidad queremos que entren estas apps”, opinó.
Alarmados, pero no tanto
Cabe aclarar que en esta oportunidad las alarmas no se presentaron al mismo nivel en todos los sectores. El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario, Horacio Yannotti, afirmó en declaraciones a Conclusión que, si bien está preocupado, no está demasiado alarmado porque «el Municipio ya dio una respuesta y ha dicho que si Uber no se adapta a la norma vigente, no podría trabajar».
«Para nosotros no es ninguna novedad que Uber, de tanto en tanto, aparezca en los medios así solicitando choferes. Esto ya data de tres o cuatro años atrás, pienso que a esta altura si Uber hubiese querido aparecer concretamente tal vez ya lo hubiese hecho. Estamos hablando de una multinacional», indicó.
Ademas, desde su punto de vista, el mercado rosarino no condice con las aspiraciones de la compañía. «Consideramos que Uber no encajaría en Rosario, por ese motivo no está. En Buenos Aires fue otra la situación porque es diez veces más grande y tiene otro poder adquisitivo. Lamentablemente tenemos que decir que acá el 33% de la población vive en villas de emergencia, así que no serían pasajeros de Uber», argumentó.
Desde le Sindicato de Peones de Taxis entienden que los huecos que se presentan y dan lugar a que aparezcan otras empresas de transporte surgen directamente de las fallas que evidencia actualmente el servicio. Condiciones que, en caso de sostenerse, seguirán dejando camino libre a que se presenten otras opciones de trabajo para los taxistas, insatisfechos con el resultado de su labor actual.
«En el sector estamos en alerta y ante cualquier situación que surja se verá con la familia taxista cuáles son los pasos a seguir, pero considero que también tenemos que tener una mirada sobre qué actividad de taxis queremos tener. Lamentablemente hay falencias en el servicio, más que nada en el tema contractual entre el trabajador y la patronal», dijo Yannotti.
Y añadió: «Hoy un trabajador taxista tiene un recibo de sueldo que no alcanza a ser 33 mil pesos de bolsillo. La mitad de los trabajadores están registrados en negro o en gris. Primero tenemos que cuidar lo nuestro, hacer un replanteo sobre qué tipo de servicio queremos y la Municipalidad no tendría que hacerse la distraída».
