El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, llamó a dejar de lado los intereses personales en favor del bien colectivo, al convocar hoy a adoptar esa conducta a ciudadanos comunes, dirigentes y en particular a los gobernantes.
«Ningún triunfo social se logra sin postergar los propios intereses», expresó durante el Tedeum que celebró en la iglesia Catedral para conmemorar los 201 años de la Declaración de la Independencia.
«Para tener éxito como país es necesario dejar de lado muchas pretensiones y apostar al bien común», expresó Zecca, quien durante la homilía resaltó que «los primeros que deben hacer esto son quienes nos gobiernan, para así enseñarlo, con la acción y con el ejemplo, a los demás».
«Es difícil, cuando uno sospecha de sus dirigentes, hacer esfuerzos y dejar de lado las protestas fáciles para comprometerse con el cultivo de las virtudes, con el estudio que ennoblece, con el trabajo honesto y esforzado”, agregó.
En lo que fue su último Tedeum como arzobispo, ya que el papa Francisco aceptó su renuncia por problemas de salud, Zecca encabezó la ceremonia religiosa realizada en la iglesia Catedral y a la que asistieron la vicepresidenta Gabriela Michetti, el gobernador Juan Manzur y el intendente Germán Alfaro, entre otras autoridades políticas, judiciales y militares.
“Todos sabemos que los primeros años de la Argentina no fueron fáciles ni tranquilos: las guerras golpearon a todas las familias, la organización definitiva tardó en llegar, la calidad de vida no siempre fue buena y la precariedad de la existencia se hacía notar, pero había espíritu de sacrificio, amor por la Patria, grandeza, generosidad y por eso lograron hacer realidad lo que soñaron”, destacó el arzobispo.
Zecca les recordó a los políticos, a los empresarios, a los sindicalistas, a toda la dirigencia, que «el poder tiene, necesariamente, una función social, y y por eso hay que dejar atrás intereses personales y partidistas”.
El arzobispo consideró que «la educación en Argentina está, cuando menos en ‘emergencia’, por no decir ‘tragedia’” y les pidió a «los ciudadanos asumir seriamente su deber de crecer como personas para aportar su cuota al bien común de la Nación”.
“Seremos nosotros la generación que se anime a asumir este gran desafío para la Argentina que soñamos y podríamos realizar», indicó el Zecca, quien aseguró que «la Iglesia no cesará jamás de exhortar a los argentinos al diálogo, a la reconciliación que todavía nos debemos y al cultivo de una cultura del encuentro».
«Pero hemos de ser conscientes de que el tan ansiado diálogo social se dará en la medida en que nos acostumbremos a mirar en la misma dirección para alcanzar el crecimiento de esta casa común, que es la Nación, que todos compartimos y de la que somos solidariamente responsables”, agregó.
Zecca sostuvo que el esfuerzo de los próceres de 1816 tuvo éxito gracias al cultivo de virtudes cívicas, “esas de las que hoy constatamos con dolor su carencia”, se lamentó.