El personal de salud del Hospital Carrasco despidió esta mañana con profundo dolor a María Zalazar, la trabajadora que murió por coronavirus en las últimas horas. Tenía 48 años y se desempeñaba en la admisión de la guardia del hospital. Además era una firme militante por los derechos de las mujeres y las diversidades sexuales.
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«María era una excelente compañera. Siempre luchó y defendió los derechos de los trabajadores, como también llevó en alto su bandera por la diversidad sexual. Acá nosotros somos una familia. Estamos muy entristecidos, es nuestra segunda pérdida en esta pandemia», dijo a Conclusión la Zulma Ruiz Díaz, subsecretaria gremial del Sindicato de Trabajadores Municipales y compañera de María.
María Zalazar ingresó al Carrasco y comenzó a trabajar en la cocina, se desempeñaba como operaria, pero después tuvo que dejar de realizar fuerza debido a un accidente laboral y pasó a hacer admisión de guardia. Ahí, en esa primera línea, se desempeñaba.
«Todo esto sorprende -aseguró Zulma-. Pensamos que iba a pelear y salir. Ella estuvo internada por la complicación que trae el virus, que es la neumonía bilateral, y la sostuvimos lo más que pudimos acá. Pero este es un hospital de mediana complejidad y necesitaba terapia, así que fue derivada al Sanatorio Británico. Ahí su cuerpo no resistió. Terminó intubada y pasó lo que ocurrió ayer».
Además de sus labores como personal de salud, María mantuvo una firme militancia por la ampliación de derechos, algo que la llevó a trabajar en la oficina de Género y Diversidad del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario.
Yamile Baclini, secretaria general adjunta del gremio de municipales, concurrió a la despedida de la trabajadora del Carrasco y señaló a Conclusión: «Estamos con un profundo dolor. Era una gran compañera, de muchos años como trabajadora municipal y militante por los derechos. En el sindicato nos ha acompañado en la comisión de género y diversidad».
«Estamos golpeados, ya hemos tenido que lamentar muchas pérdidas. Es muy duro, estamos acá para acompañarnos en este profundo dolor. La verdad que no hay muchas palabras para poder explicar, sentimos que lo que se vive es una injusticia», agregó.
Según contaron sus compañeros, María se había casado hace muy poco tiempo y tenía un bebe de seis meses. «Esto no te deja de golpear, de afectar», lamentó Baclini.
María Zalazar fue despedida con aplausos y un pedido del personal de salud a la sociedad: que nadie se relaje. Están expuestos y exhaustos. Necesitan que se extremen los cuidados y se respeten los protocolos. Es la mejor de manera de cuidarse. Es -aseguran- la mejor manera de cuidarlos.
