De un día para el otro los niños debieron dejar de asistir a clase y realizar sus actividades diarias de la manera en que la venían llevando adelante. La psicóloga Marisa Russomando, durante una entrevista en el programa “Aquí, allá y en todas partes” de Radio Síntesis de Conclusión, enumeró algunas de las sensaciones por las que atravesaron los niños durante la cuarentena, como el desinterés por volver a la escuela de forma presencial o el alivio por no tener que realizar todas las actividades que llevaban adelante antes de la pandemia.

“Si bien hay muchos adultos esperando que esto se retome, lo que escucho en el consultorio es que los chicos no quieren volver a la escuela. Esto es un problema porque en la educación virtual es muy difícil que los chicos mantengan el interés”, comenzó diciendo la licenciada.

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Russomando consideró que “la educación reaccionó muy rapidamente, aunque todavía hay chicos que no pueden conectarse. El sistema educativo no estaba preparado para abordar esto de manera virtual y que sea interesante. Se deberían haber encontrado otros recursos atractivos. Las escuelas no se ocuparon de generar el vínculo más allá de las clases. La parte más humana no está”.

“Los chicos están silenciados, y en los cuadraditos del Zoom se pierden. Para emergencia estuvo bien. Pero alguien tendría que haberse ocupado de generar otros métodos. Se podrían haber hecho recreos virtuales. Cantarles el feliz cumpleaños cuando cumplen años, por ejemplo”, agregó la profesional.

Otra de las alternativas para que los chicos puedan llevar mejor la cuarentena es “encontrarse con amigos en la plaza si se puede o hacer encuentros virtuales. Pero los chicos no quieren salir. Un poco por miedo y otro porque se sobreadaptaron a la situación”.

“Los chicos me dicen que están muy bien porque están todo el día con los padres. La pandemia nos hizo replantearnos la vorágine que le armamos a los chicos, en la que a la mañana tienen que ir a la escuela, a la tarde al taller de arte, la fonoaudióloga, la psicóloga…”, dijo Russomando.

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“Me decían que estaban agotados de ir de un lado para el otro. Hay que encontrar un equilibrio en donde todos la pasen bien. ¿Cuándo todo vuelva a ser todo igual o vamos plantear alguna diferencia?”, se preguntó la licenciada.

Por útlimo, la psicóloga enfatizó la necesidad del disfrute y generar vínculos en donde la persona pueda vivir momentos de dispersión y diversión: “Nos reímos menos en cuarentena porque estamos menos con el otro. Tenemos muchas barreras ahora, el barbijo, que no nos encontramos, no compartimos el mate. Es un esfuerzo, que vale la pena, pero un esfuerzo al fin. Cuando vuelva la normalidad los primeros días tienen que tener el objetivo del encuentro y pasarla bien”.