Accesibilidad al agua significa crear futuro

El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.

El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año. Es un día para debatir cómo gestionar los recursos hídricos en el futuro. En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de marzo como el primer Día Mundial del Agua. Han pasado 22 años y el Día Mundial del Agua se sigue celebrando en todo el mundo y cada año destaca una cuestión diferente.

Conclusión, dialogó con el titular de la Cátedra del Agua de la UNR, Anibal Faccendini, el encuentro nos permitió acceder a la visión que se propicia desde ese ámbito de investigación y compromiso social para dimensionar la magnitud de esta problemática que padece gran parte de la población mundial. La falta del agua no es una fatalidad, la falta de este elemento es una construcción histórica que no solo se funda en la en la falta de decisiones políticas, sino también en una inconsciente complicidad cuando naturalizamos la necesidad ajena como algo ineluctable.

“…Todo buscar tiene su dirección previa que le viene de lo buscado…” Martín Heidegger

Anibal Faccendini, lanza consignas que rompen con lo establecido: «Hay que abolir la pobreza para terminar con la nueva esclavitud del siglo 21, esta no es una posición sociológica sino también ética, pensar en esto términos enuncia la profunda injusticia social y ambiental del mundo».

Faccendini, nos relató que la Cátedra del Agua de la Universidad Nacional de Rosario (Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales) celebró el «Día Mundial del Agua» con una «actividad novedosa, ya que se realizó el primer encuentro bajo la consigna : «Donde hay pobreza. No hay agua», dentro del contexto de la actividad internacional «Declaremos ilegal la pobreza» (DIP) ante la ONU. El encuentro tuvo lugar en la Cámara de Diputados de la Nación.

En el mismo sentido, agrega el Titular de la Cátedra del Agua que «la instrumentación de este mecanismo, de participación contó con distintas personalidades académicas, periodistas, religiosos, sociales, gremiales, políticos y de derechos humanos de distintos lugares del país. Casi todos miembros del Consejo de la DIP Argentina». La actividad fue presidída por el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, el pensador internacional Leonardo Boff, Eduardo Barcesat y Anibal Faccendini.

El aporte de Leonardo Boff, dice Faccendini, permitió, tener una visión más trascendental y superadora de la cotidianidad mercantilizada de la vida, de la cual el agua no está exenta, la idea era generar aportes para poder modificar situaciones sistémicas en pos de la lucha contra la pobreza y a favor del derecho humano del agua para todos».

Uno de los ejes directrices que se mencionó, fue la necesariedad de «desmantelar lo establecido, lo obvio, bregamos romper con los procesos de naturalizaciones. Obvio, según el diccionario de la Real Academia Española, entre otros significados, es lo que se encuentra o pone delante de los ojos. Nosotros muchas veces por ver en repeticiones infinitas pobreza y no acceso al agua en el barrio, en una zona o en el mundo, lo «normalizamos» lo incorporamos en el inconsciente colectivo de que es así».

El resultado de este proceso fue una legitimación pasiva, ¿qué es la legitimación pasiva?, es cuando decimos pasivamente que no se puede cambiar esa realidad.

Así, continúa Faccendini: «Confundimos un proceso que puede ser lento con lo eterno, es decir lo legitimamos con que siempre serán las cosas de ésa manera. Lo más funcional a un sistema de indiferencia, desidia e injusticia, es cuando dejamos de pensar y sólo razonamos para las «soluciones» diarias de supervivencia individual», y aporta inmediatamente que cuando dejamos de pensar en sentido de bien común y en comunidad «nos acercamos inexorablemente a un problema irreversible sobre la Tierra, por un consumismo insustentable, una injusticia social y ambiental atroz y una contaminación que hipoteca futuro de vida»

También, sindica la responsabilidad de distintos actores que dentro del concierto internacional son constructores de esta asimetría que sufren vastos sectores de la población mundial, como «Estados Unidos y China que tienen mucho para reparar, pero no lo hacen».

Por ello, Faccendini entiende que «debemos» denunciar este Biocidio. Este concepto «se traduce en que 3.000 millones de personas son pobres relativos (u$s 2,50 diarios por día y per capita), 1.400 millones de pobres absolutos (u$s 1 por día per capita) 1.100 mil millones de personas no acceden a agua sana, 2.600 millones de personas no acceden a servicios sanitarios, 842 millones de personas desnutridas, 4.000 niños mueren en el mundo por día por no acceder a agua saludable, 2 millones de personas adultas mueren por año por no acceder a agua segura y 1.200 millones de personas no acceden a la electricidad. El 80 por ciento de la humanidad, es decir cerca de 6.000 millones de personas, vive por debajo de u$s 10 por día. El cambio climático que padecemos podrá ocasionar el desplazamiento de más de 100 millones de persona por las inundaciones entre otros factores».

«Según la FAO», aporta el investigador, «en el 2035 cerca de 5.000 millones de personas estarán afectadas por la escasez del agua. Según Unicef 30 millones de niños en los países ricos, viven la pobreza. En los países en desarrollo 270 millones de niños no pueden acceder a asistencia sanitaria. La crisis del 2008 arrojó a la pobreza absoluta a cerca de 64 millones de personas. Hoy 753 personas físicas controlan los medios de vivencia del 80 por ciento de la Tierra. El 60 por ciento del crecimiento poblacional, que se calcula aproximadamente en el 2050 en 10.000 millones de personas, se producirá en los países en desarrollo, o sea que el crecimiento poblacional agudizará la desigualdad social. Un camino que inexorablemente se traducirá en pobreza absoluta, relativa, y no accesibilidad al agua y a los servicios sanitarios».

Todos estos datos denuncian una gravísima desigualdad, que se torna en la apropiación de la vida de la Tierra de muchos por unos pocos. «La sistematización de la muerte es la construcción de esto que denominamos biocídio, hoy es parte de la realidad del planeta» apunta Faccendini.

Destaca ademas, que Leonardo Boff incorpora el concepto Biocivilización, cuando afirma que «ha llegado el tiempo de poner límite a un sistema depredador de vida de los seres humanos y de la vida en general. Ha llegado el tiempo de atrapar la razón cartesiana de la producción y el mercado infinitos, de poner fin a la pobreza consuetudinaria y naturalizada».

«Necesitamos de la biocivilización, esto es, necesitamos de más bien común, de más bienes naturales y elaborados, también del bien agua segura para todos y de los bienes elementales para todos. Son bienes y no recursos, recursos son los elementos mercantilizados, los bienes son como dicen los pueblos originarios las bondades de la naturaleza» revela Boff.

Rosario tiene su pacto para la defensa del agua, el documento reza:

PACTO LATINOAMERICANO DEL AGUA
Documento base: PACTO PUBLICO DEL AGUA aprobado en el FORO SOCIAL MUNDIAL DE PORTO ALEGRE 2012.

En la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe-Argentina), 1° de octubre de 2011 en la sede de la Universidad Nacional de Rosario de la República Argentina, se ha suscripto “El pacto público del agua» entre representantes del mundo universitario, académico, político, de las instituciones públicas locales (ciudad de Rosario) y regionales, el gobierno de la provincia de Santa Fé, la Municipalidad de Rosario y de la sociedad civil en general. Se deja constancia que la creación y origen de la iniciativa corresponde a la CATEDRA LIBRE DEL AGUA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO.

Los objetivos del PACTO PUBLICO DEL AGUA DE ROSARIO son:
1° Objetivo: Un PACTO por la concretización del derecho al agua potable y a los servicios higiénicos sanitarios para todos los habitantes de la Tierra dentro del plazo a más tardar en el 2032.

Link consulta http://web.tau.org.ar/upload/dafe66c6982f0fcdd9842fddc59eacff/PACTO_PUBLICO_DEL_AGUA.pdf

 

Por último, agrega el investigador que un «informe de principios de los años 70, del Club de Roma, planteaba de alguna manera que el crecimiento de la «desigualdad» tiene que tener un límite, sin ése límite se convertiría en una nociva metástasis». La carencia de agua segura, la carencia de los alimentos básicos y servicios esenciales y el no acceso a la igualdad inclusiva genera situaciones negativas irreversibles.

Todo hace pensar que el agua le es inherente al ser humano como la existencia misma, es un todo inescindible, no disociable. Mercantilizar el agua es otorgar un valor al cuerpo sin antes darle las garantías de sustentabilidad. Mercanitilizar el agua es matar al que no puede acceder. Vivir no admite otra opción que luchar por una auténtica justicia distributiva. El estado de derecho debe garantizar la justicia en todos los órdenes.

Aníbal Faccendini, es el Titular de la Cátedra del Agua en la Universidad Nacional de Rosario.

Aníbal Faccendini, es el Titular de la Cátedra del Agua en la Universidad Nacional de Rosario.

Anibal Faccendini

– Licenciado en Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Nacional de Quilmes, UNQ- Abogado, Universidad Nacional de Rosario, UNR

– Director y Profesor del posgrado del Seminario Interdisciplinario del Agua, Centro de Estudios Interdisciplinarios (CEI), Universidad Nacional de Rosario.

– Director y Profesor de la Cátedra del Agua, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNR (Cátedra única en su tipo en América Latina.)

– Docente en la materia Teoría de la Administración Pública, Universidad Nacional de Rosario.

– Representante de la Universidad Nacional de Rosario ante el Comité Académico del Agua de la AUGM (Grupo Montevideo).

Faccendini es autor de dos títulos editados por la Editorial de la Universidad Nacional de Rosario

Título: «Agua y saneamiento. Derecho humano esencial. El bien común La privatización del agua en Santa Fe 1995-2005» Rosario: UNR Editora, 2011

Este libro describe el proceso de privatización del agua en la provincia de Santa Fe durante el período 1995-2005. Este proceso estuvo signado por la falta de responsabilidad empresaria, la ausencia del concepto de riesgo empresario, la falta de inversiones y el deterioro continuo del servicio. Se señala la importancia de concebir al agua como un bien público y social. El agua como el aire pertenecen al bien común, siendo un derecho humano esencial

Título: “Derecho, Ciudadanía y Estado. La privatización del agua y el control ciudadano”, Rosario: UNR Editora, 2007