Al abrir el Seminario Internacional Extensión de Jornada en Argentina en el que participo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el ministro de Educación Jaime Perzcyk destacó que «la extensión horaria es algo que la Argentina se plantea desde hace muchos años. En un mundo que no tiene mayorías logramos construir un acuerdo mayoritario».

Frente a los ministros de Educación de las provincias y especialistas internacionales, Perczyk planteó que “en abril de este año el 86% de los alumnos de las escuelas primarias públicas tenían una jornada de 20 horas y el resto tenía 40«. «Esta desigualdad afectaba principalmente a los más humildes y por eso este gobierno reconoce los problemas y busca solucionarlos desde las políticas públicas”, subrayó.

Además, el funcionario afirmó que se logró consolidar «una política donde la mayoría ha ganado y nadie ha perdido derechos, en la que protegimos los derechos de los trabajadores y de los chicos para que con esa hora más por día puedan aprender más Lengua y Matemática”.

Por su parte, la secretaria de Educación, Silvina Gvirtz, explicó que “es para mostrar los logros enormes de esta política que en menos de 6 meses ya tiene casi el 70% de las escuelas del país con 5 horas, pero es un logro que también nos desafía a cumplir con la ley nacional de educación. De ese 70% algunas ya comenzaron y otras lo harán desde 2023”, detalló Gvirtz.

Por su parte, en el encuentro se expuso que en el 2017, Argentina tenía un calendario de 180 días de 4 horas de clase cada uno, haciendo un total de 720 horas al año para el nivel primario. Este número se ubica por debajo en comparación con algunos países de la región, por mencionar el caso de Chile con 1.157 horas de clase por año y Costa Rica con 1.188; y también detrás de España con 880 horas e Inglaterra con 942.

Asimismo, los estudiantes de escuelas primarias tendrán una jornada de 5 horas que equivalen a 38 días más de clase por año y 1 año más de escolaridad para el que inicia la primaria y a 950 horas de clase por año.