El papa Francisco aceptó la renuncia que el arzobispo de Tucumán Alfredo Zecca presentara el mes pasado debido a «la fragilidad» de su salud.

La noticia fue comunicada por el nuncio apostólico monseñor Emil P. Tscherrig quien recordó que Zecca, de 67 años, presentó su renuncia el 22 de mayo esperanzado en poder continuar cumpliendo funciones desde otro lugar.

En la presentación de su dimisión Zecca aseguraba estar convencido «en conciencia, de que sería un egoísmo, dada la fragilidad de mi salud, por todos conocida, continuar con la conducción de esta Iglesia hasta los 75 años».

«Tucumán necesita un pastor más sano y, por lo demás, nadie es imprescindible», añadía el ahora ex arzobispo en su presentación.

Zecca nació en Buenos Aires el 27 de septiembre de 1949 y ordenado sacerdote el 19 de noviembre de 1976. Fue designado arzobispo de Tucumán en 2011 por Benedicto XVI y ordenado obispo en la catedral de Buenos Aires por el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio.

A partir de ahora, se le asignó la sede titular de Bolsena, según se informó.