El dirigente social Víctor De Gennaro aseguró hoy que en la Argentina «sobran los recursos pero faltan huevos» para terminar con la pobreza, por lo cual sostuvo que para resolver esta situación es necesaria una «decisión política».

«La pobreza es una herramienta de disciplinamiento social muy importante. Se puede decir 1 millón más o menos, pero se habla de la mayoría de los pibes que están en situación de riesgo hacia el futuro. El disciplinamiento es convertirlos en un pueblo de sobrevivientes», evaluó De Gennaro.

El dirigente se expresó así al evaluar el informe de la Unicef que reveló que tres de cada diez chicos argentinos son pobres, lo cual equivale a alrededor de 4 millones de personas en un universo que abarca desde recién nacidos a adolescentes de hasta 17 años.

Ese estudio, realizado junto con la Universidad de Salta sobre la base de datos oficiales de 2015, reveló que a un millón y medio de menores no les llega la Asignación Universal por Hijo.

En declaraciones a radio Diez, De Gennaro consideró que la pobreza «es un problema estructural: no es solo de hambre, es falta de agua potable, de cloacas, de viviendas. En la Argentina sobra alimento, se produce y tenés que organizar a la llegada de la comida a la boca del hambriento. Es una organización entre el Estado nacional, provincial, municipal y las organizaciones sociales. Pero la pobreza implica un proceso un poco mayor».

A su criterio, el presidente Mauricio Macri «decidió darle 128 mil millones de pesos (2,9% del PBI) a los grupos exportadores en concepto de devolución de las retenciones y les acrecentó las tasas de ganancias de estos grupos. Al aumento a jubilaciones y las asignaciones destinó 0,1% del PBI».

«Por eso digo que resolver o no la pobreza es una decisión política. La pobreza se puede eliminar si existe una planificación», enfatizó.

Y añadió que los pobres «son mano de obra barata y son manejables fácilmente. La pobreza hace que la mitad de los chicos no termine el secundario y no tienen autonomía para procesar su futuro. Ocho de cada diez pibes menores de 30 años no sabe lo que es un trabajo estable, le precarizaron la vida, no pueden planificar nada».

«En la Argentina sobra la guita y los recursos, faltan huevos para los que planifican la solución de los problemas estructurales. Que haya hambre es una inmoralidad», concluyó.