Casi cinco años después de aquel 3 de junio de 2015, cuando toda la sociedad marchó al grito de Ni Una Menos luego del crimen de Chiara Paez, los femicidios siguen siendo una tragedia cotidiana con escalofriantes números en ascenso.

Así lo refleja el últio informe publicado por la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLa), que revela que desde ese 3 de junio de 2015 el número de femicidios directos, vinculados y travesticidios, asciende a 1440. «Hoy vemos cómo en todos estos años, a pesar de las históricas demandas y reivindicaciones, de retrocesos y avances en el abordaje de los derechos de las mujeres y disidencias, siguen sin desplegarse presupuestos y políticas acordes a la dimensión de la #EmergenciaNiUnaMenos», afirman desde MuMaLa.

A esta cruda realidad, se suma la situación de excepción que sobrelleva la sociedad desde marzo de 2020, en un contexto de crisis inédito y complejo que opera sobre la base de desigualdades cotidianas que transitan las mujeres, travestis y trans, en el cual se profundizan las violencias y peligros.

En este duro contexto, el informe elaborado por el Observatorio Nacional “Mujeres, Disidencias,Derechos” entre el 1 de enero y el  30 de Mayo de 2020 revela que en todo el país se registraron 140 muertes violentas de mujeres, de las cuales 124 son femicidios confirmados (2 de ellos travesticidios) y 16 están en investigación. De estas muertes, 61 ocurrieron durante la pandemia y la situación de aislamiento social. Además, hubo otros 112 intentos de femicidio. A consecuencia de estas muertes violentas, 151 niñas, niños y adolescentes quedaron sin madre.

Según este informe, el 20% de las víctimas habían denunciado a su agresor previamente y el 10% tenía alguna medida de protección. En tanto, el 68% de los femicidios se produjeron en la vivienda de la víctima o la vivienda que compartía con el agresor.