La crisis económica que atraviesa la Argentina no es ninguna novedad y cada vez cuesta más mantenerse a flote. La mayoría de los rubros están siendo afectados y la industria panadera no es la excepción. Según contó a Conclusión el presidente de la Asociación Industriales Panaderos y Afines de Rosario, Gerardo Di Cosco “hace un año y medio que el sector no crece”.

“Después de la última devaluación las caídas en las ventas fueron muy pronunciadas, entre un 30 y 40%; el golpe que sufrimos en las tarifas, no sólo nosotros como industrias sino también el consumidor, afectó el poder adquisitivo de la gente y por ende el consumo; tenemos dolarizada toda la materia prima: harina, margarina, levadura. Estamos en una situación muy complicada y muy preocupados por lo que pueda pasar de aquí en adelante”, explicó Di Cosco enumerando las principales causas de la complicada situación.

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En ese contexto, destacó que desde enero de 2018 a mayo de 2019 hay aproximadamente 85 panaderías que cerraron sus puertas en la ciudad de Rosario. Mientras que en el país se calcula que de un total de 25.000 panaderías, 2.200 cerraron estos últimos seis meses.

En la medida que este plan económico se profundice van a quedar más panaderías cerradas y más gente sin trabajo

En ese sentido, se refirió también al aumento de la clandestinidad de las panaderías que hoy día ronda entre un 30 y 40% a nivel país, lo que equivale casi a 10.000 panaderías. “El personal no está debidamente registrado, no pagan los impuestos como corresponde y lo más grave es que juegan con la salud de la gente porque nadie los controla, no se sabe cómo se fabrica el producto, que es algo de consumo masivo”, señaló.

Y si bien admitió que debido a la situación crítica que se vive en la industria panadera “hay muchos que se están replanteando la idea de cerrar el negocio o ser clandestinos para seguir subsistiendo”, también recriminó que “ningún gobierno haya querido intervenir para tratar de darle una solución a este tema de la clandestinidad”.

Sin rodeos, Di Cosco fue contundente: “Estamos frente a un combo explosivo y en el corto plazo vamos a hablar de más panaderías cerradas”.

 

Para colmo de males, el apagón que se produjo el pasado 16 de junio afectó de manera violenta a las 485 panaderías registradas en la ciudad. “De ese total, 300 no tienen generador, por lo cual la mitad de la producción quedó sin terminar de producir dejando pérdidas de entre 15 y 20 mil pesos cuando tanto el Día del Padre como el de la Madre son dos fechas claves para el sector para tratar de palear la situación”, reveló triste.

“El gobierno nacional se debería hacer cargo del caso pero sabemos que con ellos -gobierno actual- todo está librado al ‘Dios Mercado’ y escuchamos mentira tras mentira”, apuntó y completó: “Lo que queda es llegar a octubre de cualquier manera”.

Para palear la crisis, el sector ya agotó todos los recursos disponibles: financiamiento prolongado con los proveedores y planes de pago con la EPE y con la Afip.

“Todo lo que tenemos y todo nuestro capital ya lo tenemos en juego, así que queda esperar a octubre a ver si cambia el signo político y esperemos se acuerden de las pymes argentinas que somos las que generamos casi el 80% de la mano de obra y contemos con el apoyo suficiente del gobierno para salir adelante de esta situación que afecta no solo a la industria panadera sino también a la Argentina en general”, reflexionó esperanzado.

Por último, Di Cosco suspiró: “Hoy te levantas a trabajar y termina el día y no sabes en qué condiciones terminaste, generalmente empatado o perdiendo”.