La situación en las panaderías rosarinas lejos de mejorar cada día se torna más preocupante. En el último año las ventas han caído entre un 30 y un 40%, según confirmaron a Conclusión desde la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario, lo que sumado a otros factores como el aumento en las tarifas y en la materia prima generaron que cierren alrededor de 60 panaderías en la ciudad, número que puede recrudecer en este verano.

El titular de la asociación panadera rosarina, Gerardo Di Cosco, confirmó a este medio la cifra de locales cerrados, asegurando que “en la medida que esto siga así, lamentablemente en marzo nos vamos a encontrar con muchas más panaderías que hayan bajado sus persianas”.

A la hora de enumerar las razones por la que los dueños de panaderías llegan a tomar la triste decisión de cerrar las puertas, uno de los motivos que primero salen a la luz es el gran incremento que han sufrido las tarifas. Por ejemplo, en los últimos dos meses los locales han recibido facturas de gas con un 100% de aumento, a lo que se le deberá sumar las subas anunciadas por el gobierno a fin de 2018.

Otro punto relacionado tiene que ver con la materia prima, sobre lo que Di Cosco contó que “nunca en la historia panadera en el mes de noviembre, diciembre o enero aumentó la harina”, cosa que sí ha ocurrido en estos últimos meses. “Siempre por la cosecha de trigo tiende a bajar, pero ahora también está aumentando”, agregó.

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A todo esto, se suma también la estacionalidad como el problema más común, entendiendo que durante los meses de calor el consumo disminuye con notoriedad. “Estamos muy complicados, lamentablemente”, comentó el titular panadero a Conclusión, asegurando que no tienen expectativas en que las ventas se recuperen.

No van a subir las ventas. Nosotros tenemos registrado entre un 30 y un 40% de caída de ventas. Hoy la panadería está vendiendo la mitad de lo que vendía en invierno, y está financiando el estiramiento de los pagos a los proveedores; realizar planes de pago en la EPE y Litoral Gas; hay un montón de cuentas embargadas porque la Afip cuando vos no pagás los aportes y contribuciones patronales al mes y medio te embargan la cuenta. Estamos tratando de subsistir de la manera que podamos”, detalló.

En ese sentido, Gerardo Di Cosco aseguró que algo que están observando a la hora de realizar los relevamientos es que “hay muchas panaderías que han decidido bajar las persianas y trabajar en forma “clandestina”, evadiendo impuestos para seguir subistiendo”, lo que “termina siendo competencia desleal para los que todavía podemos aguantar”.

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En la medida que esto siga así va a haber más panaderías que cierren las persianas de venta al público que las que van a estar abiertas. Ya no se puede aguantar más la presión que hay sin tener ventas”, comentó angustiado el presidente de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario, que luego agregó: “Si uno tuviera ventas y pudiera pagar estaría todo bárbaro, pero hoy ya el dinero no alcanza porque el consumo no se recupera y es todo un combo explosivo en el que estamos metidos”.

En la actualidad, en Rosario hay aproximadamente 470 panaderías registradas. El caso rosarino no es distinto de lo que se vive a nivel nacional, donde por ejemplo en Buenos Aires ya son 200 los locales que han bajado sus persianas.

Ante esto, el lunes habrá una reunión urgente en el Concejo Directivo de la Federación Argentina de la Industria del Pan, donde viajarán presidentes de diferentes centros de panaderos del país para definir qué medida tomar en vistas del preocupante panorama.

Algunas de las medidas que se podrán en discusión serán la de un “persianazo”, que consiste en cerrar tres o cuatro horas las panaderías (habilitadas); dejar de vender pan al público; cerrar la panadería un día y no vender pan directamente; o hacer una movilización que converja en Capital Federal, entre muchas otras.