Por Belén Corvalán 

«El sueño es una verdadera medicina, es fundamental el buen dormir”, así lo expresó la psicóloga Cristina Goytia, ya que el descanso reparador tanto físico como mental es un factor básico para el bienestar de la vida de una persona. Sin embargo, así como para algunos les es una tarea sencilla, y con tan sólo apoyar la cabeza en la almohada les es suficiente para sumirse en un sueño profundo, a otros les cuesta más poder desenchufarse de los problemas diarios para dejarse llevar a la profundidad del estado de somnolencia.

Los trastornos del sueño se dan con mucha frecuencia en las sociedades occidentales. El insomnio, es como se denomina a la patología más común que afecta el descanso, consiste en la incapacidad para poder dormir, que puede ser provocada por múltiples causas. Según estadísticas del Centro Nacional de Desórdenes de Sueño de los Estados Unidos, entre un 30 y 40% sufren de insomnio alguna vez en el año, mientras que entre un 10 y un 15% lo padecen en forma crónica.

La especialista destacó que hay distintos factores que pueden alterar el nivel de sueño, puede deberse a causas tanto físicas, como psicológicas: estrés, ansiedad, depresión, pero se manifiestan en forma similar: dificultad para conciliar o mantener el sueño, despertar anticipado, o una mala calidad de descanso. También hay otras variantes que pueden influir como puede ser estar tomando alguna medicación, la ingesta de bebidas o alimentos específicos como alcohol, cafeína, azúcar, o el mal uso de técnicas respiratorias.

Por otro lado, el uso y abuso de la tecnología antes de irse a dormir es otro de los causantes del mal descanso. La pantalla luminosa de los dispositivos electrónicos genera una adicción a estar constantemente conectados a las redes sociales “el llevarse el celular a la cama, la computadora, las tablets, ver series, las noticias, dificultan el sueño”, explicó Goytia.

Desde otra perspectiva, Conclusión dialogó con el psicólogo Mauricio Cervigni, miembro del Centro de Investigación de Neurociencia de Rosario, quien aportó su mirada con respecto a cómo influyen los dispositivos tecnológicos a la hora de conciliar el sueño.

Hoy en día se vive en un mundo donde la información sobre abunda y se reproduce a una velocidad inmediata a través de los diversos dispositivos electrónicos, esto hace que la sociedad esté recibiendo estímulos constantemente, por ende la atención se distribuye, “La tecnología tiene una repercusión directa en el cerebro. Ha eclosionado una sobre estimulación de las nuevas tecnologías a nivel cerebral, esto traerá consecuencias en nuestra atención y recepción”, manifestó Cervigni.

El profesional quien se desempeña dentro del campo universitario, manifestó que hoy en día uno de los principales problemas del aprendizaje está vinculado directamente con el mal dormir. En las propias clases se ve una cantidad de teléfonos activándose todo el tiempo, dispositivos que generan una adicción y una dependencia muy grande, que hace que sea difícil tener un control voluntario sobre los aparatos, expresó el experto.

El uso de las nuevas tecnologías que repercuten y afectan las horas de sueño, generan una disminución en las funciones cognitivas más vitales, según explicó Cervigni, la falta de descanso produce menos capacidad de atención, de planificar, de memoria, de flexibilidad cognitiva, que son indispensables para un trabajo intelectual e integrador.

 

En ese sentido, la psicóloga añadió que si esas cuestiones no son tratadas a tiempo puede incurrir en un insomnio, y añadió que cuando se tarda más de una hora en poder conciliar el sueño, durante varias noches seguidas y el descanso no cumple la función reparadora, es un motivo de alarma.

La profesional explicó que hay tres tipos de insomnio: «Por un lado, está el que es denominado pasajero, este solo se extiende por algunos días, puede estar provocado por cambios como largos viajes, el desfasaje horario, o alguna enfermedad, implica el 75% de causa de insomnio; por otro lado está el que es a corto plazo, provocado por un periodo de estrés prolongado debido a problemas como rupturas matrimoniales, problemas de pareja, falta de trabajo, puede durar algunas semanas, y por último el crónico, que se extiende durante largos plazos, y es recurrente”.

Todo insomnio, sobre todo el que se extiende por tiempo prolongado, influye negativamente en el desarrollo de la vida cotidiana, y es la causa de mayores trastornos durante el día, como por ejemplo la poca atención en la actividad laboral, cansancio, agotamiento, e irritabilidad, fatiga, porque hay una alteración en el ritmo biológico, y todo ser humano necesita del reposo y del descanso, tanto físico como mental.

Sin embargo, existen diversas formas “naturales” de combatirlo, la psicóloga aconseja evitar medicación para dormir, y sugiere que lo ideal es intentar opciones como medicinas alternativas o “caseras” para bajar la ansiedad que es uno de los principales factores, “tomarse un vaso de leche puede ser una buena opción. Hay que poner la cabeza en calma, y respirar de una determinada manera. Implica de todo un entrenamiento”, destacó la especialista, y añadió: “Muchas veces se le da una importancia desmesurada a algo que no lo amerita. Las causas también pueden ser desconocidas, pero estas son las menos, siempre hay que buscar, y en caso de que se torne un problema incontrolable no dejar de recurrir a un profesional”.