Familiares y amigas de María del Rosario Vera dijeron presentes en la marcha del Día Internacional de la Mujer para pedir justicia por su compañera, quien en enero del 2018 fue golpeada, estrangulada, asesinada y luego arrojada a un contenedor de basura e incinerada.

Por el asesinato de la joven de 23 años y madre de cuatro hijos hubo tres personas imputadas, pero dos de ellas fueron absueltas por el beneficio de la duda mientras que Néstor Sánchez, un vendedor de drogas de zona oeste, recibió una pena de 25 años de prisión, siendo el único condenado en el caso.

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Además de las condenas, otro factor que sorprendió de la resolución del tribunal integrado por los jueces Rodolfo Zvala, María Isabel Mas Varela y Rafael Coria, fue la afirmación de que el crimen no acredita el contexto de violencia de género. Por este motivo, la familia de María del Rosario cuestionó el fallo y reclamó que el asesinato de la mujer consistió en un femicidio. 

“La violencia física constatada es propia de la conducta homicida, sin llegar por ello a acreditar un contexto de violencia de género”, sostuvieron los jueces, que cambiaron el encuadre de la causa a homicidio simple.

En el marco del 8M, el entorno de la joven decidió marchar para pedir justicia y visibilizar la decisión del tribunal. 

Conclusión entrevistó Fernanda, la sobrina de Vera, quien contó que decidieron marchar en memoria de la joven y pedir nuevamente justicia en un caso tan particular.

“Estamos acá para pedir justicia, para que recapaciten en lo que dijeron. Ellos (los jueces) culpabilizaron a mi tía”, apuntó la mujer.

Sobre la decisión judicial, Fernanda dijo que fue “muy patriarcal lo que hicieron, es muy injusto. La culpabilizan a ella y a los verdaderos culpables no los condenaron”. 

La joven concluyó: “Queremos que nos escuchen, queremos que nos acompañen. Queremos justicia”.

En este sentido, la familia reclama que la causa esté enmarcada dentro de la figura de femicidio. Esta categoría –que ingresó al Código Penal en 2012- establece la pena de prisión perpetua para aquellos crímenes cometidos por razones de género.

Además, tanto el fiscal que investigó el asesinato de María del Rosario, Alejandro Ferlazzo, como la querella, Mariana Caratozzolo, solicitaron que este crimen se juzgue como un femicidio.

Para esto, argumentaron que Vera era una mujer que se encontraba en una situación vulnerable, que tenía a su cargo a cuatro menores de edad, que su único recurso económico era un plan social, que sufrió violencia de género por parte de su ex pareja, que estaba inserta en un contexto de narcomenudeo y que fue asesinada “con crueldad”.

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Pero a pesar de estos factores que para la parte acusatoria eran suficientes para que se contemple la figura del femicidio, el tribunal consideró que no hubo agravantes de género en el crimen y decidieron juzgarlo como un homicidio simple.

Los tres magistrados señalaron en el fallo que no se logró probar la existencia de una relación previa de violencia entre María del Rosario y su asesino. 

El crimen que acabó con la vida de María del Rosario Vera se dio en un complejo contexto que incluye una extrema vulnerabilidad.

Fue abusada sexualmente, ahorcada y asesinada a golpes. Una vez perpetrado el femicidio, el cuerpo de la joven fue envuelto en una manta gruesa tipo alfombra y lo llevaron hasta el contenedor de basura donde lo incineraron.

Por el caso también estuvo detenido un agente policial, quien habría tenido una relación con la víctima. No obstante, meses después el uniformado fue liberado ya que no se encontraron elementos para su acusación, según señalaron desde Fiscalía.