Por Hermes Lavallén

La industria textil y de la confección es hoy una industria intensiva en recursos donde hay mucho espacio para fortalecer las perspectivas ambientales y de salud. Para lograr los objetivos de futuro, la industria y el comercio deben cambiar, lo que requiere un enfoque general en el que se destaque y se desarrolle toda la cadena de valor con la sostenibilidad y la circularidad como foco.

La industria textil y de la moda tiene un gran potencial para contribuir al cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad, pero aún queda un largo camino por recorrer. A pesar de una mayor conciencia ambiental, el consumo de textiles sigue aumentado.

El tamaño del mercado textil mundial se valoró en USD 993 600 millones en 2021 y se prevé que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4,0 % entre 2022 y 2030.

Objetivos de desarrollo sostenible

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda 2030. Cada objetivo tiene metas específicas que la Argentina aplicará dependiendo de su realidad económica, social y ambiental.

Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

El objetivo del consumo y la producción sostenibles es hacer más y mejores cosas con menos recursos, incrementando las ganancias netas de bienestar de las actividades económicas

mediante la reducción de la utilización de los recursos, la degradación y la contaminación durante todo el ciclo de vida, logrando al mismo tiempo una mejor calidad de vida. En ese proceso participan diversos actores como las empresas, consumidores, encargados de la formulación de políticas, investigadores, científicos, minoristas, medios de comunicación y organismos de cooperación para el desarrollo.

 

¿Qué importancia tiene el desarrollo sostenible en la industria textil?

La moda sostenible está ligada al concepto de Comercio Justo. Al promover un nuevo enfoque del negocio textil basado en el respeto por el medio ambiente y el bienestar de las sociedades, genera, a su vez, una nueva forma de consumo moderado, justo, bien retribuido y generador de productos de calidad.

¿Cómo ser una empresa más responsable?

  • Priorizar el uso de materias primas orgánicas.
  • Minimizar el uso de productos químicos nocivos durante la producción.
  • Administrar el uso de agua.
  • Limitar las emisiones de CO2.
  • Garantizar los derechos humanos de nuestros empleados.

¿Cómo ser un consumidor más responsable?

  • Consumir prendas hechas con fibras naturales o semi sintéticas, cuya producción no requiere de ningún químico.
  • Optar por prendas cuya producción no utilice mucha agua, como lino o fibras recicladas.
  • Comprar lo mínimo indispensable: calidad sobre cantidad.
  • Consumir marcas de ropa y telas sustentables.
  • De ser posible, consumir ropa de segunda mano o reciclada. No tirar ropa en buen estado, de ya no usarla donarla a la caridad.

La industria textil y de la moda, tiene aún un largo camino por recorrer para reducir considerablemente su impacto en el medio ambiente.

Por supuesto, las problemáticas dentro de la industria no recaen en una sola compañía, marca o persona, por lo que cada parte debe hacer lo posible para contribuir.

Las empresas textiles tienen mucho que pueden hacer por la causa, desde el diseño de productos hasta la producción de estos mismos.

La industria textil y de la moda debe apostar por seguir innovando en aras de encontrar alternativas ecológicas y funcionalmente aceptables en cuanto a procesos y materiales que se utilicen durante la producción de nuestros productos. Aunado con nuevos enfoques como el eco fashion, slow fashion, green fashion y la moda solidaria nos ayudarán a poco a poco alcanzar el objetivo.

Creer que el cambio es posible forma parte de la solución, y para ello las empresas junto con el gobierno y los clientes debemos hacer nuestro mayor esfuerzo para afrontar los desafíos sociales y ambientales a los que nos enfrentamos actualmente.