El laboratorio nacional Bioceres, inventor de una soja resistente a la sequía, está a punto de realizar su primera oferta pública inicial (OPI) en la Bolsa de Valores de Nueva York, quince meses después de recibir la aprobación de una nueva patente por parte del regulador local.

Bioceres, una empresa de tecnología del agro con sede en Rosario, va a vender u$s80,5 millones en acciones.

Las ofertas públicas fuera de la Argentina están en un punto muerto en la última década.

Las exportaciones de soja son la mayor fuente de ingresos del país en dólares, debido principalmente a las compras de China. Las importaciones de soja del país asiático aumentará en un adicional de 20 millones de toneladas en la próxima década, de acuerdo con un pronóstico Banco Rabobank International Brasil

La presentación que hace de si mismo Bioceres, radica en que es una compañía creada por productores para dar lugar a mucho más que otra marca de semillas.

Desde la firma entienden que las investigaciones fueron orientadas a dar vida a cultivos capaces de lograr lo que parecía imposible. Cultivos más eficientes, tolerantes a los embates del clima y por supuesto más rentables, bajo un concepto amplio de sustentabilidad económica y ecológica.

Entre las propuestas comerciales para los productores se destacan semillas de trigo, soja, maíz, alfalfa, sorgo y girasol, siendo el resultado del trabajo en investigación y desarrollo que se ejecuta desde hace más de 10 años y con resultados en las diferentes realidades de cada zona productiva de nuestro país.

Bioceres genera valor a través de la creación de distintas unidades de negocios que hacen foco en la investigación y el desarrollo de tecnologías en el campo de la biotecnología agrícola.

Otra de las fortalezas de la empresa rosarina reside en la alianza entre Bioceres y el Conicetcuenta con las más avanzadas plataformas de investigación en agro-biotecnología de Latinoamérica, que incluye la primera plataforma de secuenciación de ADN de alto rendimiento disponible en Argentina.

La especialización es clave para llegar a puertos seguros. En el laboratorio albergan a grupos de investigación altamente calificados en las áreas de bioinformática, biología molecular, biología sintética y estudio de proteínas. Las áreas de I&D del Instituto se consolidan con una plataforma de cultivo de tejidos y transformación vegetal, y con un grupo multidisciplinario para el desarrollo de tecnologías a campo.