El Sueldo Anual Complementario (SAC) o popularmente conocido como aguinaldo, constituye un salario adicional que percibe el trabajador, que se devenga día a día y se abona en dos cuotas, una en junio y otra en diciembre.

Según lo establecido por la Ley 27.073, el aguinaldo es el pago del 50% de la mayor remuneración devengada por “todo concepto” -sueldo básico, horas extras y otros plus que se hayan cobrado- dentro del semestre.

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Antes de que en 2015 se sancione la Ley 27.073, impulsada por el entonces senador Eugenio “Nito” Artaza, la Ley de Contrato de Trabajo preveía que el pago se podía hacer efectivo hasta el 31 de diciembre. Pero hoy, el 18 de diciembre constituye la fecha límite para el cobro del aguinaldo.

La obligatoriedad del pago del “aguinaldo” en la Argentina se estableció a partir de 1945 durante el Gobierno de facto de Edelmiro Farrell. En ese momento, se estableció un décimo tercer sueldo (de carácter complementario) que se hizo efectivo por primera vez a partir del 31 de diciembre de ese año. Recién en 1966 se transformó en una remuneración de pago semestral, tal como se mantiene hasta hoy.

En 1983, durante la presidencia de Raúl Alfonsín y con el objetivo de atenuar el impacto inflacionario de esa época, se comenzó a calcular el aguinaldo como el 50% de la mayor remuneración cobrada en cada uno de los semestres.

Casas particulares

Los empleadores deben abonar el SAC durante diciembre y también se calcula tomando el 50% del mejor sueldo del último semestre. Si la prestación de servicios es inferior a los seis meses, deberá liquidarse en forma proporcional a los meses trabajados. Por ejemplo, si se trabajó solo cuatro de los últimos seis meses, corresponderá como SAC el 66,67% (cuatro meses sobre seis) del 50% del mejor sueldo de los últimos cuatro meses.

Menos de un año de antigüedad

En estos casos el SAC se liquida de manera proporcional al tiempo trabajado en cada semestre. Para estimar el cálculo se puede tomar la mitad del mejor sueldo dividido por 6 y multiplicarlo por la cantidad de meses trabajados. O también multiplicar el tiempo trabajado en el semestre por la mitad de la mayor remuneración mensual y dividir el resultado por seis.