Por Marcelo Campanella
El día 10 de diciembre como todos saben se realiza la asunción presidencial en nuestro país, conjuntamente con el nuevo gabinete que regirá los destinos del mismo durante los próximos cuatro años.
En ese día especial la luna transitará el signo de tierra de Tauro, en casa 8 del mapa natal de Argentina, la casa de las transformaciones, el deseo y de alguna manera el caos de los propios infiernos, que en este caso tienen que ver con la situación de crisis económica y endeudamientos similar a cuando alguna empresa realiza convocatoria de acreedores.
La toma del mando presidencial será férrea, con una fuerte voluntad de no largar el mismo. ¿Será el bastón de mando presidencial un símbolo cual vara de Moisés que logró separar las aguas del Mar Rojo en las referencias bíblicas? ¿Y convocar a una nueva etapa de reordenamiento interno frente a las exigencias del mundo, logrando las autoridades con este signo de posesión y tenacidad controlar la emisión de divisas y lograr plazos de refinanciación y confianza?
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Son muchas las esperanzas y consignas a consensuar con el pueblo, la luna en tauro del 10 hará un aspecto benéfico hacia la luna natal de Argentina, en el signo de tierra de capricornio, lunita sufrida y postergada, que al estar enfrentada al sol, termina siempre por recargar los gastos ajenos sobre las espaldas de sus habitantes…
El tiempo dirá cómo continúa nuestra historia en los próximos meses debiendo todos acompañar esta nueva etapa con un sincero gusto por mejorar nuestra posición actual y brindar lo mejor de nuestra solidaridad.
Tantos países han salido de etapas oscuras, de guerras, hambruna, desastres naturales, cómo no podrá lograrlo Argentina, un país de sangre joven, carácter intenso, que apenas cursa unos doscientos y tantos años de haber nacido… Meditemos este desafío para nuestro futuro y el de las próximas generaciones…
