El coronavirus en la provincia de Santa parece transitar su pico más álgido. Las noticias alarmantes sobre la saturación del sistema de salud, sobre el aumento constante de casos positivos de coronavirus y las posibles restricciones de las actividades para tratar de controlar y disminuir el contagio, son los temas que se repiten una y otra vez, y que dejan poco lugar a la esperanza.

Pero toda oscuridad tiene siempre sus momentos de luces. Y en un momento de miedo, tensión e incertidumbre, no es menor celebrar que Santa Fe tendrá disponible, dentro de 15 días, los primeros respiradores fabricados en la provincia.

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Se trata de un proyecto que surgió en la ciudad de Las Rosas por una iniciativa del intendente local -Javier Meyer- a partir de la convocatoria que hizo a un grupo de empresas oriundas de la localidad santafesina con la idea de fabricar un respirador para tener en el Sistema de Atención Médica de la Comunidad (Samco) local, en caso de que sea necesario utilizar a raíz de la pandemia.

“Fuimos varias empresas que nos sumamos al proyecto y empezamos a laburar sin conocer nada”, relató a Conclusión Carlos Moriconi, uno de los desarrolladores del ventilador mecánico.

Ante la falta de conocimiento al respecto, encontraron la ayuda necesaria en la Asociación Rosarina de Anestesiología (ARA) y en un médico terapista de San Genaro, Marcelo Giraudo. “Fueron los pilares que nos ayudaron en todas las funciones médicas que tenía que tener un equipo para funcionar con los pacientes”, celebró Moriconi agradecido.

Pero en seguida reconoció que “la pata principal del proyecto” fue Jeremías Butto, un ingeniero nuclear, que vive en Bariloche pero es oriundo de Las Rosas.

“Con la pandemia volvió a casa de sus padres en su ciudad natal y tras quedar varado por la imposibilidad de viajar, comenzó a interiorizarse sobre los proyectos internacionales de construcción de un respirador”

Moriconi

Rápidamente su entusiasmo contagió a sus amigos y empresarios Horacio Testa (Tecnoplast SRL), Hugo Tedeschi (Tedeschi Sembradoras); Carlos, Aníbal y Gabriel Moriconi (Vulcano Semirremolques) quienes, junto a su empresa de investigación y desarrollo tecnológico (Lago Fonck SRL) se aplicaron a la tarea.

En un primer momento de prototipado se avocaron a desarrollar ocho equipos, “los cuales sufrieron miles de modificaciones para poder superar todos los ensayos y las habilitaciones y homologaciones de Anmat”, explicó.

“La idea era homologarlo ante Anmat porque vimos que el equipo tenía muchas prestaciones y así avanzamos con las certificaciones y hoy ya está habilitado para comercializar libremente por todo el país”.

Moriconi

Ahora el proceso ya se encuentra en la etapa de producción con 25 equipos a terminarse en 15 días. “En la medida que surja la demanda iremos flexibilizando la producción y principalmente el foco hoy está puesto en la provincia de Santa Fe, para tratar de cubrir las necesidades de los santafesinos lo mejor posible”, señaló.

Si bien hoy los beneficiarios son empresas privadas o sanatorios privados también hay empresas de distintas localidades que se han asociado entre dos o tres, hacen el aporte de capital, y lo donan a sus hospitales o sanatorios locales.

Entre las ventajas comaparativas que tiene con cualquier otro equipo, Moriconi dijo que una de las principales es que utiliza componentes que no están saturados en el mercado. “El eje del desarrollo fue fabricar un respirador con componentes que son industriales adaptados al uso médico pero que tengan mucho stock a nivel mundial o nacional”, expresó y agregó: “Nuestro equipo tiene la marca Likhen Rod y está desarrollado en gran parte con insumos de proveedores locales. Tiene algunos componentes importados, pero no son críticos”.

Los nuevos ventiladores mecánicos tienen un valor de alrededor de 9.500 dólares más IVA, “lo que significa un 30% más barato que los equipos del mercado”. Y está destinado a pacientes en situación crítica de Covid.

Sin embargo, Moriconi dijo que otra de sus ventajas es que “una vez que pase la pandemia, es un equipo que puede operar tranquilamente en terapia intensiva porque el método ventilatorio que tiene es el más utilizado en las terapias intensivas”.

Tras 155 intensos días de trabajo, prueba y error, el titular de Vulcano dijo que uno de los principales obstáculos fue trabajar en un producto totalmente desconocido para todos los participantes. “Nos encontramos con muchísimas dificultades porque somos todas empresas por fuera del ámbito de la medicina, entonces tuvimos que interpretar cómo es una normativa para equipos médicos, el desarrollo, la certificaciones y las pruebas que tuvimos que superar en estos 155 días de trabajo”, manifestó orgulloso, ya con la satisfacción del sueño cumplido.

“La satisfacción es de toda la localidad de Las Rosas, porque no es solamente un grupo de trabajo sino la comunidad que colaboró para que esto se cumpla. Hoy en una localidad como Las Rosas estamos con un producto médico habilitado para producir a nivel nacional y es la tercera o cuarta fábrica de respiradores. Es un logro muy importante cuando nadie está relacionado a este tipo de industrias”, cerró feliz por el resultado obtenido.

El ventilador mecánico Likhen Rod está diseñado para la atención de pacientes adultos de Covid-19. Puede funcionar ininterrumpidamente durante meses con sistemas de seguridad que previenen fallas. Además, cuenta con alarmas configurables y un modo de ventilación controlado por volumen. También tienen un monitor de variables que permite controlar las curvas de presión de la vía aérea, el flujo respiratorio y el volumen corriente ingresado.

Con todo, y a pesar del díficil momento que atraviesa la provincia por el coronavirus, no hay que dejar de celebrar que el primer desarrollo de su tipo en la provincia pueda estar disponible dentro de 15 días, en principio, con 25 unidades.