En un estudio, científicos comprobaron los efectos de consumir bebidas azucaradas, como por ejemplo, las gaseosas. Los resultados afirman que esta bebida es mucho más dañina, incluso que el alcohol.

De acuerdo con los estudios, un vaso de Coca-Cola, por ejemplo, es más dañino que un trago de vodka. En ese grupo también podemos incluir las famosas bebidas energéticas y jugos con conservantes. El peligro de esta bebida se encuentra en su azúcar. Algunos hasta llaman a estas bebidas “veneno sigiloso y silencioso”.

Inmediatamente se ingiere la gaseosa, nuestro páncreas e hígado reaccionan para defenderse. Entonces el organismo empieza a segregar grandes cantidades de insulina. Esto aumenta los niveles de azúcar en la sangre y la presión arterial. Entonces, la glucosa que ingerimos al beber, es convertida en células de grasa.

Esta bebida tiene un alto contenido de ácido fosfórico. Este mineral se adhiere al calcio, zinc y magnesio en la parte inferior del intestino. Como resultado, se expulsan estos minerales valiosos para la salud. Esto contribuye a deteriorar nuestro metabolismo y hace los huesos más débiles.

Por último, cabe destacar que una botella de un litro y medio es igual a diez cucharadas de azúcar, por lo que el alto consumo de Coca Cola ha contribuido directamente con el la obesidad y diabetes en el mundo.