El histórico militante justicialista y fundador de la primera Juventud Peronista en la resistencia, Jorge Rulli, falleció este sábado. A lo largo de su vida política, visitó a Juan Domingo Perón en Madrid y, en la dictadura, sufrió persecución y torturas. Rulli dedicó sus últimos años a fomentar el desarrollo sustentable, y fue uno de los grandes opositores al uso de transgénicos.

Rulli fue un mito viviente de la historia política argentina de los 60 y 70. Militó desde los 15 años en la resistencia peronista, y tuvo una vida atravesada por los procesos políticos latinoamericanos, con toda la lucha armada a cuestas.

Entre esas tensiones, sobre todo internas, Rulli pareció siempre atenerse a una consigna que, a la luz de la historia, no todos los integrantes de aquellos grupos pretendieron o entendieron cómo seguir: lealtad al general Juan Domingo Perón, exiliado.

>>Te puede interesar: Jorge Rulli: «La revolución hoy es reconciliarse con el vecino, plantar un árbol»

En esos años iniciáticos, incluso viajó a China, a pedido de Perón, para entrenarse en el Ejército de la Liberación que allí crecía. Cuenta la leyenda que cantó la marcha peronista en las plazas de Beijing.

También estuvo preso, sufrió la tortura en forma brutal, al punto que pasó años en una clínica de rehabilitación para torturados, en Suecia, donde asegura que le  “enseñaron a vivir” otra vez.

Luego, Rulli se especializó en desarrollo sustentable, convirtiéndose en un referente ineludible en la lucha contra los transgénicos y una de las voces de alerta más estridentes ante las consecuencias del modelo agrario actual, particularmente afincado en Argentina.

En este sentido, fue uno de los fundadores del Grupo de Reflexión Rural que inició en la Argentina la lucha contra los transgénicos. Fue coautor de diversos libros como “Transgénicos y fracaso del modelo agropecuario” (2003).

“El peronismo ha olvidado el documento ecológico de Perón. En Europa todos los líderes hablan de cambio climático. Los procesos ya son irreversibles, el problema es que no seamos capaces ni siquiera de tratar de detener lo que viene. 20 años de lucha contra el modelo de agronegocios y el país nos dio la espalda, no logramos casi nada, hay 58 transgénicos aprobados. No es solo soja, es un país laboratorio en muchos sentidos. Y las toxinas contaminantes están por todas partes”, dijo Rulli en una entrevista brindada a Conclusión hace algunos años.