La aparición de nuevas drogas aprobadas en Europa y Estados Unidos -como cladribina, daclizumab y ocrelizumab-, junto a un diagnóstico más temprano, permitirán un mayor control de la esclerosis múltiple (EM), aseguraron especialistas en el marco del 2º Simposio Internacional Charcot Latam 2017, un encuentro que reúne en la ciudad de Buenos Aires a más de 150 neurólogos de toda la región.

«Los nuevos medicamentos demuestran ser más efectivos y seguros y, sumados a un diagnóstico más temprano de la enfermedad, nos permitirán un abordaje mucho más exitoso, permitiendo disminuir de manera notable el desarrollo de discapacidades de largo plazo en los pacientes”, dijo el neurólogo Edgardo Cristiano, director del Centro de Esclerosis Múltiple de Buenos Aires (Cemba) del Hospital Italiano en el encuentro.

Concretamente, el especialista mencionó la cladribina, una terapia vía oral para una forma de esclerosis múltiple de recaída y remisiones (donde se presentan brotes cuyos efectos luego se retraen), aprobada ya por la autoridad regulatoria europea (Agencia Europea de Medicamentos), que demostró mucha efectividad y una forma de administración amigable ya que son sólo 10 comprimidos en el primer año y un esquema similar para el año siguiente.

Otros tratamientos novedosos son el daclizumab, un anticuerpo monoclonal inyectable para la forma recidivante (que tiene progresión pero con brotes definidos), ya aprobado por las autoridades sanitarias de Estados Unidos y Europa, y un anticuerpo monoclonal, el ocrelizumab, que también es inyectable, y sirve para el tratamiento de las formas progresivas primarias, que hasta ahora no había cómo tratar.

Consultada por Télam, Johana Bauer, psicologa y directora ejecutiva de la ONG Esclerosis Múltiple Argentina indicó que «más allá de estos tratamientos que son esperanzadores y que todavía no están disponibles en el país, tenemos muchos vigentes. Esto es clave porque hay que sacar la imagen de que el diagnóstico de esclerosis múltiple implica si o sí que se terminara utilizando una silla de ruedas»,

«Esta multiplicidad de opciones permiten en la mayoría de los casos detener y retardar la progresión de la enfermedad así como mejorar la calidad de vida, aunque se trata de una patología donde cada persona puede reaccionar de una manera distinta», señaló Bauer.

La esclerosis múltiple, una enfermedad inmunológica crónica que genera discapacidades y afecta al sistema nervioso central, se diagnostica fundamentalmente en mujeres jóvenes, entre los 18 y los 40 años.

El tipo más común de esta enfermedad es la esclerosis múltiple remitente-recurrente, en la que los pacientes tienen períodos de bienestar y ocasionalmente presentan episodios de reincidencias.

Bauer señaló que «cuando la persona llega a la asociación ya tiene realizado su diagnóstico, pero la mayoría pasó un largo periodo hasta alcanzarlo, en principio porque como se trata de una enfermedad que tiene síntomas tan diversos, llega en ultima instancia por descarte».

«Nos ha pasado que una persona tuviera fatiga extrema y su médico clínico la mandó al psiquiatra y estuvo tomando medicación indicada por este profesional durante un año, lógicamente sin mejorar. Entonces, lo que nosotros decimos es que cuando una persona percibe un síntoma, no tiene que subestimarlo, ni él ni los profesionales que lo vean», indicó.

Bauer explicó que no todos los pacientes se diagnostican igual y que algunos neurólogos pueden descubrir la enfermedad a través de los síntomas y en otros casos es necesaria una resonancia, una prueba no invasiva que estudia la actividad eléctrica neuronal, y en última instancia una punción lumbar.

Durante el encuentro Charcot Latam los expertos opinaron en el mismo sentido y coincidieron en que la gran mayoría de los pacientes debe enfrentar una ‘odisea diagnóstica’ similar, que consiste en visitar distintos especialistas durante entre 2 y 3 años hasta alcanzar el diagnóstico preciso.

«Todo médico clínico o de los centros de atención primaria de la salud que vea un cuadro de afectación del sistema nervioso central en personas jóvenes y/o la referencia por parte del paciente de síntomas neurológicos, debe considerar la posibilidad de estar frente a un cuadro de esclerosis múltiple y no tiene que atribuir los síntomas a una situación de estrés”, concluyó por su parte el neurólogo italiano Giancarlo Comi, presidente de la European Charcot Foundation y uno de los principales oradores del simposio.

El 2º Simposio Charcot Latinoamericano, que este año fue titulado «Avances en el tratamiento desde el inicio hasta las formas avanzadas de la Esclerosis Múltiple», concluye mañana y cuenta con la presencia de más de 150 expertos en esta enfermedad y destacados investigadores de todo el mundo.